Los vecinos de Aluche y Campamento continúan su lucha por el soterramiento de la A-5
Los residentes de los barrios madrileños de Aluche y Campamento llevan años exigiendo al Ayuntamiento que cumpla su promesa de soterrar la autovía A-5 a su paso por sus viviendas. Este domingo, volvieron a salir a la calle para denunciar que el proyecto actual dejará sin sepultar un tramo de casi 700 metros, exponiendo a 12.000 vecinos al ruido y la contaminación.
El proyecto actual, un incumplimiento de la promesa electoral
Las obras para soterrar la A-5 comenzarán antes del 15 de octubre y costarán 347 millones de euros al Consistorio. Sin embargo, el proyecto actual solo contempla el soterramiento de un tramo de dos kilómetros, dejando sin sepultar el tramo que discurre junto a los barrios de Aluche y Campamento.
Este incumplimiento de la promesa electoral ha generado una gran indignación entre los vecinos, que llevan años reclamando el soterramiento de la autovía para mejorar su calidad de vida. Según un estudio realizado por la asociación vecinal de Campamento, los residentes de esta zona están soportando entre 70 y 80 decibelios ininterrumpidos durante todo el día, cuando la normativa municipal establece que no deben ser más de 65 decibelios por el día y 55 por la noche.
Los vecinos piden que las obras se lleven a cabo de una sola vez
Además de exigir el soterramiento completo de la A-5, los vecinos también piden que las obras se lleven a cabo de una sola vez. El proyecto actual prevé ejecutar las obras en dos fases, lo que prolongaría las molestias para los vecinos durante años.
"Ya hemos visto que las palabras se las lleva el viento", apunta el comunicado difundido por la asociación de vecinos de Campamento. "La primera fase estará terminada antes de que acabe 2026, pero a los vecinos les preocupa que, si finalmente se hace en dos fases, tendrán que soportar 8 años de obras."
Una lucha que no cesa
Los vecinos de Aluche y Campamento llevan años luchando por el soterramiento de la A-5. Han organizado manifestaciones, recogido firmas y llevado su reivindicación a los tribunales. Sin embargo, hasta el momento no han conseguido que el Ayuntamiento cumpla su promesa.
Los vecinos no se rinden y seguirán luchando hasta que se cumpla su reivindicación. "Esto no es un capricho, es una cuestión de salud y calidad de vida", asegura Andrés Piñeiro, portavoz de la asociación de vecinos de Campamento.