Los viajes del Imserso, una pesadilla para los jubilados

Los viajes del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), a través de Turismo Social (Avoris), están convirtiéndose en una auténtica pesadilla para los jubilados. Las denuncias por la mala calidad de los alojamientos y los servicios ofrecidos no paran de aumentar.

Los problemas son diversos: largos retrasos en los aeropuertos, hoteles de menor categoría a la contratada, intoxicaciones en los alojamientos, autobuses averiados y falta de información. Esta situación se repite desde hace meses, provocando el malestar de los jubilados que han decidido alzar la voz.

A las quejas de los jubilados se suman las de las agencias de viajes, que también están sufriendo las consecuencias de esta situación. La Federación Empresarial de Asociaciones Territoriales de Agencias de Viajes Españolas (Fetave) y la Unión de Agencias de Viajes (Unav) han denunciado la "disminución de la calidad en los alojamientos y servicios ofrecidos", así como la "notable escasez de plazas" en destinos clave.

¿Qué denuncias han hecho los jubilados del Imserso?

La lista de quejas es larga. Una de las más recientes tuvo lugar en el aeropuerto de Palma de Mallorca, donde un grupo de 192 jubilados llegó a las 5:45 horas y no subió al avión hasta las 20:30 horas. Mientras tanto, sus medicamentos estaban en unas maletas que ya habían sido facturadas.

Otro grupo, formado por tres personas con discapacidad y dos acompañantes, denunció haber sido abandonados en la terminal del aeropuerto de Barcelona tras haber recogido sus maletas. El autobús que partió sin ellos no regresó y tuvieron que pagar un taxi de su propio bolsillo. El Imserso no les reembolsó la cantidad.

El mismo aeropuerto fue una "pesadilla" para otros 40 jubilados que vieron cómo su vuelo a Asturias se cancelaba. Les trasladaron a un hotel situado a 60 kilómetros de Barcelona, donde llegaron a las 2 de la mañana. Allí estuvieron todo el día siguiente y, un día después, volvieron al aeropuerto para aterrizar en su destino 40 horas después de lo previsto.

En el aeropuerto de Lavacolla, doscientos jubilados sufrieron un retraso de tres horas. Para colmo, parte de las personas que formaban este grupo ya había vivido otro retraso similar en el aeropuerto de Almería, donde la espera fue de ocho horas.

Más allá de los aeropuertos, los jubilados que viajan con el Imserso también han sufrido problemas en los hoteles. En un hotel de Palma de Mallorca, un brote de gastroenteritis afectó a casi medio centenar de personas.

En la misma isla, otro grupo tuvo que enfrentarse a un cambio de hotel a última hora. Pasaron de un hotel de cuatro estrellas a otro de tres estrellas y, por si fuera poco, también se les quiso cambiar de localidad.

¿Qué soluciones se piden?

Ante esta situación, los jubilados y las agencias de viajes piden una actualización de los pliegos de condiciones. Esta actualización debería realizarse consultando a todas las organizaciones representativas del sector y debería servir para resolver los problemas que se están produciendo.

Además, se pide una "restauración de la confianza en el programa" para garantizar su continuidad. Los jubilados consideran que, a pesar del precio competitivo que pagan, no están recibiendo un servicio adecuado.