¿Oirá Maduro el pedido de Petro de liberar presos políticos?

En medio de lo que parece ser un distanciamiento entre Gustavo Petro y Nicolás Maduro, el presidente colombiano ha celebrado la liberación de Carlos Correa, director de la ONG Espacio Público, que promueve la libertad de expresión, y ha pedido a la dictadura que libere a todos los presos políticos.

El historial de los presos políticos en Venezuela

Sin embargo, es poco probable que Maduro escuche a Petro, ya que los presos políticos se han convertido en moneda de cambio para los regímenes de la región. La liberación y captura constante de personas por razones políticas en Venezuela se ha convertido en un negocio lucrativo.

En el caso de Venezuela, el gobierno de Joe Biden liberó a los llamados "narcosobrinos" de Maduro y al colombiano Álex Saab, señalado testaferro del régimen, a cambio de varios estadounidenses presos en Caracas. A pesar de ello, Maduro puso trabas a la oposición para que no participara en igualdad de condiciones en las elecciones presidenciales.

Tras perder las elecciones, según las actas difundidas por la oposición, Maduro se autoproclamó "presidente" de Venezuela y ahora usurpa el poder que por vía electoral los venezolanos otorgaron a Edmundo González Urrutia.

Por esta razón, ni Cuba ni Venezuela liberan a todos los presos políticos que mantienen entre rejas, como pide el presidente Petro. En Cuba, a pesar de las 553 liberaciones anunciadas, queda un número superior tras las rejas. Si bien el régimen venezolano liberó a Correa, por otra parte ha apresado a más de 50 personas por razones políticas en lo que va de 2025.

La lucha por la libertad de los presos políticos

La liberación de cualquier persona encarcelada por sus ideas o su expresión es digna de ser aplaudida y celebrada. Sin embargo, es inaceptable que la liberación no sea para todos.

En Cuba, las autoridades ni siquiera han especificado las fechas en que se producirán las excarcelaciones anunciadas, ni han facilitado una lista de los presos que se beneficiarán de esta medida.

Este tipo de percepciones indican que la existencia de presos políticos en los regímenes dictatoriales de Latinoamérica podría extenderse aún más en el tiempo, a pesar de los llamados de líderes como el presidente Petro.