Malestar en el Ejército por las críticas de Mazón al jefe de la UME
El presidente valenciano acusa al general de contradicciones en su actuación durante las inundaciones
El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha cargado contra el jefe de la Unidad Militar de Emergencias (UME), el teniente general Javier Marcos, acusándole de contradicciones en su actuación durante las inundaciones que asolaron la Comunidad Valenciana el pasado mes de octubre.
Mazón ha denunciado que Marcos afirmó inicialmente que la UME no podía actuar sin la autorización de la Generalitat, pero que posteriormente reconoció que ya había desplegado efectivos antes de recibir dicha autorización.
Las críticas de Mazón han causado un hondo malestar en el seno de las Fuerzas Armadas, según ha podido confirmar EL PAÍS en fuentes castrenses. Mandos militares han expresado su sorpresa por las palabras del presidente valenciano, que consideran injustas y fuera de lugar.
El general Marcos ha mantenido una estricta neutralidad en sus intervenciones públicas y solo ha tenido palabras de elogio hacia la Generalitat valenciana, destacando la buena coordinación con sus responsables.
Desde el Ministerio de Defensa han calificado las palabras de Mazón de "inaceptables" y han evitado entrar en polémicas con él. "Vamos a centrarnos en lo que estamos haciendo: liderar los trabajos de recuperación y reconstrucción de la zona afectada, supliendo muchas de sus carencias", han añadido.
Según el general Marcos, la UME se desplegó desde los primeros momentos, siempre a las órdenes de la Generalitat, aunque a veces adelantándose a las mismas. El jefe de la UME dispone de dos instrumentos para ganar tiempo y anticiparse a la autorización legal: la alerta temprana y el despliegue adelantado.
Gracias a la alerta temprana, a las 7.47 horas del 29 de octubre, un cuarto de hora después de que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) pusiera en rojo varias zonas de Valencia, el general Marcos ordenó suspender todas las actividades programadas por el Batallón de Intervención en Emergencias III, con base en Bétera (Valencia) y preparar el material necesario por si fuera necesaria su salida urgente.
En aplicación del despliegue adelantado, el general Marcos ordenó el envío de una patrulla de reconocimiento hacia la zona de Uriel-Requena a las 15.41 horas, antes de que se recibiera la correspondiente petición. La Generalitat había elevado la categoría de la emergencia a nivel 2 a las 14.55, lo que abría la puerta a solicitar la intervención de la UME, pero la petición debía tramitarse burocráticamente a través de la Delegación del Gobierno en Valencia, el Ministerio del Interior y el Ministerio de Defensa.
Cuando llegó la petición formal de la Generalitat, a las 15.59, hacía ya 18 minutos que había salido el primer convoy y se preparaban para partir los elementos de intervención del batallón.
La UME tiene libertad para moverse por toda España y acercarse a la zona damnificada, pero no puede entrar en ella sin permiso del director de la emergencia.
La petición de las autoridades autonómicas se limitaba a la comarca de Utiel-Requena y por eso se dirigieron hacia allí los primeros efectivos de la UME, pero, debido a las intensas lluvias, solo 55 de ellos consiguieron llegar a su destino. Los 40 restantes tuvieron que darse la vuelta y acudieron a atender llamadas de auxilio recibidas en el 112 desde Paiporta, una misión ajena a la que se les había encomendado, pero justificada por razones de necesidad.
No fue hasta las 20,36 que la Generalitat decretó el nivel 2 para toda la provincia de Valencia. Desde la medianoche y hasta las cinco de la madrugada del día 30 salieron efectivos de la UME desde sus bases en Torrejón de Ardoz (Madrid), Morón de la Frontera (Sevilla) y Conde de Gazola (León). A las nueve de la mañana del día 30 estaban ya a las puertas de Valencia 1.116 militares y 334 medios, incluidos dos helicópteros.