Maria Branyas, la persona más longeva del mundo, fallece a los 117 años

El mundo llora la pérdida de Maria Branyas, quien ostentó el título de la persona más longeva del mundo hasta su fallecimiento este lunes a los 117 años y 168 días. Branyas, nacida en San Francisco en 1907, vivió una vida extraordinaria que abarcó dos guerras mundiales, un sinnúmero de avances tecnológicos y cambios sociales trascendentales.

Una vida de resiliencia y amor

Branyas vivió una vida plena marcada por la resiliencia y el amor por su familia. Nació en una familia de inmigrantes españoles y pasó su infancia en Estados Unidos antes de regresar a España en 1915. Sus primeros años estuvieron marcados por la inestabilidad política y económica, pero Branyas siempre encontró consuelo en el apoyo de sus seres queridos.

Contrajo matrimonio con Joan Moret en 1931 y tuvieron tres hijos. La pareja vivió junta durante 64 años hasta el fallecimiento de Moret en 1995. Branyas dedicó su vida a criar a sus hijos y a cuidar de su familia, siempre demostrando fortaleza y amor incondicionales.

Un legado de longevidad

Branyas se convirtió en la persona más longeva del mundo en 2023, tras el fallecimiento de la francesa Lucile Randon. Su extraordinaria longevidad generó gran interés entre los científicos, quienes buscaban desentrañar los secretos de su salud y vitalidad. El científico Manel Esteller, experto en genética, estudió el ADN de Branyas y descubrió que tenía una edad biológica significativamente menor que su edad cronológica.

Esteller atribuyó la longevidad de Branyas a una combinación de factores genéticos, epigenéticos, ambientales y de estilo de vida. Destacó que Branyas había sobrevivido a terremotos, incendios y una guerra civil, lo que sugiere que las personas que sobreviven a desastres pueden desarrollar una ventaja adaptativa.

Branyas mantuvo una dieta saludable y un estilo de vida activo durante toda su vida. Era conocida por su pasión por la lectura, los juegos de mesa y el baile. También era una ferviente creyente en el poder del amor y la positividad.

Un adiós conmovedor

El fallecimiento de Branyas ha dejado un profundo vacío en los corazones de su familia, amigos y admiradores de todo el mundo. Sus hijos la describieron como una mujer extraordinaria que vivió una vida plena y dejó un legado de amor y resiliencia. En su honor, pidieron que la gente recordara su historia y apreciara la brevedad de la vida.

Branyas será recordada como un símbolo de esperanza, resiliencia y el poder del espíritu humano. Su legado continuará inspirando a las generaciones venideras a vivir vidas plenas y significativas.