María Josefa Bonazza, la única sobreviviente del derrumbe en Villa Gesell
A ocho días del trágico derrumbe del hotel Dubrovnik en Villa Gesell, María Josefa Bonazza, la única sobreviviente, rompe el silencio y relata los angustiantes momentos que vivió entre los escombros.
Un relato desgarrador
En diálogo con la radio 100.9, Bonazza recuerda el pánico y la desesperación que sintió cuando el edificio se desplomó: "Escuchamos dos explosiones muy fuertes y luego se produjo el desplome. Me quedé atrapada, sin poder moverme".
Ante la inmovilidad, Bonazza recurrió a técnicas de yoga para calmarse y conservar la esperanza: "Empecé a utilizar las técnicas de yoga para poder respirar mejor, aun sabiendo que estaba bajo los escombros".
El rescate
Horas después, con la llegada de los equipos de rescate, Bonazza ideó un ingenioso plan para llamar la atención: "Comencé a hacer sonidos en código Morse pidiendo auxilio. Marcaba la palabra 'S.O.S.' y golpeaba el concreto".
Finalmente, tras largas horas de angustia, los bomberos lograron rescatarla: "Vi un 'haz de luz' y me salvaron. Mi marido, lamentablemente, no corrió la misma suerte".
El dolor y la recuperación
Bonazza, quien sufrió fracturas en el hombro izquierdo y en la muñeca derecha, se encuentra recuperándose en un hospital de Balcarce: "Estoy en shock, pero agradezco estar viva. Siempre estuve lúcida y nunca perdí la esperanza".
El derrumbe del hotel Dubrovnik ha dejado hasta el momento siete víctimas fatales, entre ellas el esposo de Bonazza, Federico César Ciocchini. Los equipos de rescate continúan trabajando para encontrar a una persona que aún permanece atrapada.