Marius Borg Høiby, hijo de la princesa heredera de Noruega, es sospechoso de dos violaciones

Marius Borg Høiby, el hijo mayor de la princesa heredera Mette Marit de Noruega, ha sido detenido por la policía noruega, acusado de una segunda violación. El arresto se produjo el miércoles, dos días después de su detención inicial por otra presunta agresión sexual.

Antecedentes del caso

El 4 de agosto, Høiby fue detenido por primera vez por causar lesiones corporales a una mujer en Oslo. Los informes de los medios noruegos indicaron que la policía encontró un cuchillo clavado en una pared de la habitación de la mujer. En septiembre, Høiby fue arrestado nuevamente por violar una orden de protección.

Segunda acusación de violación

El abogado de la policía, Andreas Kruszewski, declaró que surgió una segunda sospecha de violación durante la investigación del primer arresto de Høiby. "Se trata de un acto sexual realizado sin consentimiento con una mujer incapaz de resistir el acto", precisó Kruszewski.

Investigación en curso

La policía está investigando actualmente las dos presuntas violaciones y ha solicitado la detención preventiva de Høiby. Los investigadores han realizado un registro en la casa del sospechoso y han confiscado pruebas.

Relación familiar

Marius Borg Høiby es el hijo mayor de Mette Marit Tjessem Høiby, princesa heredera de Noruega. Su padre biológico es Morten Borg. Høiby tiene dos medio hermanos, la princesa Ingrid Alexandra y el príncipe Sverre Magnus, del matrimonio de su madre con el príncipe heredero Haakon.

Reacción de la familia real

La familia real noruega no ha emitido ningún comentario oficial sobre los arrestos de Høiby. Sin embargo, fuentes cercanas a la familia han expresado su consternación y preocupación por las acusaciones.

Implicaciones para la monarquía

Los arrestos de Høiby han generado un intenso escrutinio mediático de la familia real noruega. Algunos comentaristas han cuestionado si las acusaciones contra Høiby dañarán la reputación de la monarquía.

Sin embargo, otros han defendido a la familia real, argumentando que los supuestos crímenes de Høiby son un asunto personal y no deben reflejarse en la institución en su conjunto.