Familias de Ciudad Madero viven entre basura y carencias

Más de cinco mil familias del fraccionamiento Miramapolis, el más grande del sur de Tamaulipas, se encuentran en una situación de abandono y precariedad, rodeados de basura, aguas negras y sin alumbrado público.

Los propios residentes han convertido los accesos al conjunto habitacional en un vertedero donde se acumula todo tipo de desechos, incluyendo muebles y electrodomésticos viejos. También arrojan animales muertos, convirtiendo el lugar en un foco de infección.

Arturo Mar Herrera, vecino de Miramapolis, denuncia que el problema de la basura es constante y que se suma a las fugas de aguas negras que inundan las calles desde hace meses, así como a las alcantarillas sin tapa y los hundimientos.

“Aquí comenzamos con dos contenedores, pero toda la gente los usa de basurero. Viene gente de otros barrios y tiran todo tipo de basura, incluso animales muertos. Esto es un foco de infección”, señala Mar Herrera.

La falta de alumbrado público favorece la delincuencia, ya que los delincuentes se esconden entre la maleza para cometer asaltos.

“El problema de la iluminación siempre ha existido. Ahora tenemos menos lámparas porque la entrada principal está a oscuras. Los andadores también están sin luz. Hacemos los reportes, pero no las arreglan. Este es el fraccionamiento más grande de Ciudad Madero y estamos en la oscuridad”, lamenta Mar Herrera.

Pese a que en las últimas semanas se han enviado camiones recolectores de basura, los vecinos siguen tirando desechos y el problema persiste.

Además, hay calles intransitables debido a los hoyos provocados por las obras inconclusas de la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Comapa Sur). Las fugas de aguas negras afectan especialmente a los negocios de comida, que han perdido clientes por los malos olores.

Los vecinos de Miramapolis exigen a las autoridades que tomen medidas para mejorar sus condiciones de vida. Necesitan un servicio regular de recolección de basura, reparación del alumbrado público, arreglo de las calles y solución a las fugas de aguas negras.

Mientras tanto, las más de cinco mil familias de Miramapolis seguirán viviendo en medio de la basura y las carencias, esperando que sus demandas sean atendidas.