El Congreso mexicano ha dado un paso histórico hacia la protección de los animales al aprobar una reforma constitucional que prohíbe el maltrato y obliga al Estado a garantizar su bienestar.

El proyecto de ley

La reforma, aprobada por unanimidad en la Cámara de Diputados, eleva a rango constitucional el bienestar animal y obliga al Estado a garantizar su protección, cuidado y conservación. También prohíbe el maltrato en la crianza, el aprovechamiento y el beneficio de animales de consumo humano, así como en la utilización de ejemplares de vida silvestre en espectáculos con fines de lucro.

Además, la reforma establece un plazo de 180 días naturales a partir de su entrada en vigor para que el Congreso expida una ley general en materia de protección y cuidado de los animales.

Reacciones a la reforma

La aprobación de la reforma ha sido recibida con elogios por parte de los defensores de los animales, que llevan mucho tiempo abogando por una mayor protección de los animales en México.

Sin embargo, algunos críticos han expresado su preocupación por la forma en que se aplicará la reforma y si tendrá un impacto real en el bienestar de los animales en México.

El contexto del maltrato animal en México

México tiene uno de los índices más altos de maltrato animal en América Latina. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), cada año se maltratan más de 10 millones de animales en México.

Las formas más comunes de maltrato animal en México son el abandono, el maltrato físico, el envenenamiento y la negligencia. Los animales también son utilizados a menudo en peleas de perros y otras formas de entretenimiento cruel.

La aprobación de la reforma constitucional es una señal de que México se está tomando en serio el problema del maltrato animal. Sin embargo, queda por ver si la reforma será eficaz para reducir el sufrimiento de los animales en el país.

Conclusión

La aprobación de la reforma constitucional para proteger a los animales es un paso importante para mejorar el bienestar animal en México. Sin embargo, todavía queda mucho trabajo por hacer para garantizar que la reforma se aplique de manera efectiva y que los animales estén realmente protegidos.