México mantiene la negativa hacia el diálogo diplomático con Ecuador
La Cancillería mexicana, encabezada por Alicia Bárcena, ha reiterado la postura del Gobierno de México de no establecer un diálogo directo con Ecuador, tras el asalto a su embajada en Quito. La decisión responde a la condición impuesta por México de liberar al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, quien actualmente se encuentra detenido en una cárcel de máxima seguridad.
Canadá ofrece apoyo para facilitar el diálogo
Ante la negativa de México a un acercamiento directo, Ecuador ha aceptado la propuesta de México de contar con un tercer país como intermediario para restablecer el diálogo diplomático. La Cancillería ecuatoriana, encabezada por Gabriela Sommerfeld, había manifestado su voluntad de buscar una salida al conflicto.
México solicitó apoyo a la embajada de Suiza y a la Nunciatura Apostólica en Quito para visitar a Glas en prisión e interceder ante las autoridades ecuatorianas para su entrega. Sin embargo, Ecuador aún no ha identificado al país que asumirá el rol de mediador.
Glas, el centro de la discordia
La negativa de México a dialogar con Ecuador se debe principalmente a la situación de Jorge Glas, quien fue sentenciado por dos casos de corrupción y enfrenta una nueva investigación por malversación de fondos públicos. El exvicepresidente permanece detenido y México insiste en su liberación como condición para cualquier acercamiento diplomático.
Ecuador, por su parte, ha reiterado que Glas no será entregado a México, ya que enfrenta procesos judiciales internos. Esta postura ha generado tensiones entre ambas naciones y ha llevado a la suspensión del diálogo diplomático.
El Gobierno mexicano ha dejado en claro que su prioridad es proteger la integridad de su personal diplomático y sus instalaciones en Ecuador. La negativa a dialogar directamente con Ecuador continuará hasta que se resuelva la situación de Glas.