Miranda Cortés: La batalla más dura ya la ha hecho antes de vestir el uniforme

De camarera y profesora a guardia civil

Miranda siempre tuvo claro que quería ser madre. A los 20 años tuvo su primera hija y, a pesar de las dificultades, no dudó en seguir estudiando. Se licenció en Educación Infantil y trabajó como camarera, en un supermercado y en una aseguradora. Pero su vocación era otra: ayudar a los demás.

El confinamiento por la pandemia de COVID-19 fue el empujón que necesitaba para presentarse a las oposiciones de la Guardia Civil. Su marido, que también es guardia civil, la apoyó en todo momento. Y ahora, Miranda es una más en el cuerpo.

Su objetivo: ayudar a las víctimas de violencia

Aunque está haciendo funciones administrativas hasta que nazca su quinta hija, Miranda tiene claro que su sitio está en el equipo EMUME (Mujer y Menores), que lucha contra la violencia de género y la ejercida contra menores.

Un ejemplo de superación

La historia de Miranda es un ejemplo de superación y de cómo conciliar la vida familiar y laboral. No es fácil ser madre de cinco hijos y trabajar en un cuerpo como la Guardia Civil, pero ella está decidida a demostrar que todo es posible.

Cuando sus hijas la ven con el uniforme, le dicen: "¡Qué guapa!". Y ella se siente orgullosa de ser guardia civil. Sabe que su trabajo es importante y que está ayudando a hacer un mundo mejor.

Miranda Cortés es un ejemplo a seguir para todas las mujeres que quieran conciliar su vida familiar y laboral. Su historia demuestra que todo es posible con esfuerzo y dedicación.