Otra revolución pendiente en la Justicia: ni sobres para los preparadores ni firmas para delegar el voto
El Gobierno español ha puesto en marcha una reforma legal para acabar con un sistema de acceso a la carrera judicial anclado en el pasado, con condiciones que no se dan en las oposiciones de otros funcionarios.
Pago de preparadores en negro y falta de anonimato
Hasta ahora, los aspirantes a jueces y fiscales pagaban en negro a los preparadores de sus oposiciones, que muchas veces eran magistrados o jueces en activo. Además, el sistema de acceso no garantiza la neutralidad, ya que los miembros de los tribunales de oposición conocen la identidad de los aspirantes.
Falta de transparencia y modernidad
La Ley Orgánica del Poder Judicial, aprobada en 1985, no ha sido actualizada para incorporar los avances tecnológicos y los principios de transparencia e igualdad de oportunidades que sí operan en otros ámbitos de la administración pública.
Elección de las salas de gobierno
La nueva ley establece que la elección de las salas de gobierno de los tribunales se pueda hacer de forma telemática, una medida que ha sido rechazada por los jueces conservadores que controlan la mayoría de estas salas.
Peligro para la independencia judicial
La independencia del poder judicial se ve amenazada no solo por la injerencia política, sino también por la gestión de la Justicia como un "coto privado", propiciada por el sistema de acceso a la carrera y el funcionamiento del sistema de ascensos.
Un debate necesario
La reforma legal abre un debate sobre la necesidad de modernizar el sistema de acceso y organización de la Justicia en España, garantizando la transparencia, la igualdad de oportunidades y la independencia del poder judicial.