Alberto Fujimori, ex presidente de Perú, ha fallecido a los 86 años en la vivienda de su hija, Keiko Fujimori. La noticia ha conmovido al país, dado el impacto duradero que su figura ha tenido en la política peruana. Fujimori, quien gobernó Perú desde 1990 hasta el 2000, estaba en un estado de salud muy delicado, reportado como crítico en los últimos días de su vida.

Fujimori asumió la presidencia en 1990 y su mandato se caracterizó por políticas económicas neoliberales y una fuerte lucha contra los grupos insurgentes como Sendero Luminoso. Durante su gobierno, Perú experimentó un notable crecimiento económico, pero también enfrentó acusaciones de corrupción y violaciones a los derechos humanos.

Su gobierno terminó abruptamente en el año 2000, tras una serie de escándalos de corrupción que llevaron a su destitución y a la posterior huida a Japón. Regresó a Perú en 2005 y fue arrestado en 2007. En 2009, fue condenado a 25 años de prisión por violaciones a los derechos humanos y corrupción, en casos como ‘La Cantuta’ y ‘Barrios Altos’.

En diciembre de 2023, el Tribunal Constitucional de Perú restituye el indulto humanitario que había sido otorgado por el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski en 2017, permitiendo a Fujimori salir del penal de Barbadillo. Desde entonces, vivió en la casa de su hija Keiko y continuó involucrándose en la política, a menudo haciendo declaraciones sobre el futuro del país.

En los primeros meses de 2024, Fujimori se mostró dispuesto a participar en las próximas elecciones generales. Keiko Fujimori anunció en julio que su padre sería el candidato presidencial de Fuerza Popular en 2026. Sin embargo, su estado de salud hizo que la posibilidad de su candidatura se volviera incierta.

La fortuna de la familia Fujimori ha sido un tema de gran controversia. Aunque Alberto Fujimori y su familia intentaron mantener un perfil bajo, se ha sabido que disfrutaban de una vida acomodada y que poseen inversiones significativas. Las investigaciones sobre la corrupción durante su mandato revelaron una serie de prácticas ilegales que beneficiaron a Fujimori y su familia.

Keiko Fujimori, a pesar de su educación en el Boston College, y su esposo, Mark Villanella, han mantenido un estilo de vida lujoso. Se rumorea que la familia tiene participaciones en grandes proyectos mineros, aunque los detalles exactos de su riqueza siguen siendo opacos. La fortuna de los Fujimori incluye el manejo de fondos ilícitos y donaciones desviado de forma irregular, como se detalla en los informes de corrupción durante el mandato de Fujimori.

Uno de los momentos más controvertidos del gobierno de Fujimori fue el "Fujishock" de 1990. A pesar de prometer no aplicar medidas drásticas, Fujimori implementó un plan de ajuste económico severo que llevó a una inflación descontrolada, alcanzando el 7.650% en 1990. Este paquete económico, introducido por su primer ministro Juan Carlos Hurtado Miller, afectó gravemente a la población, con un aumento vertiginoso en los precios de productos básicos.

El "Fujishock" también marcó el inicio de un régimen de corrupción y autoritarismo, que culminó en el autogolpe de abril de 1992. Este golpe permitió a Fujimori consolidar su poder y suprimir las instituciones democráticas, mientras su régimen era sostenido por redes de corrupción y represión.

El fallecimiento de Alberto Fujimori marca el fin de una era significativa en la política peruana. A pesar de las divisiones de opinión sobre su legado, su influencia en la historia de Perú es innegable. La figura de Fujimori continúa siendo un punto de referencia para entender las dinámicas políticas y sociales del país en las últimas décadas.

La noticia de su muerte llega en un momento en que Perú sigue enfrentando desafíos políticos y económicos, y el recuerdo de Fujimori probablemente continuará influyendo en el debate público durante años.