Crumbs, el gato más gordo del mundo, fallece tras meses de rehabilitación

Crumbs, el gato más gordo del mundo, falleció tras meses de rehabilitación. Su historia conmovió a miles de personas en todo el mundo.

El camino hacia la recuperación

Crumbs, conocido en Rusia como Kroshik, alcanzó la fama por su peso extremo de casi 18 kilos. Fue abandonado por sus dueños y encontrado en los sótanos de un hospital, donde los empleados lo alimentaban con sobras de sopa y galletas.

Esta dieta lo llevó a un estado crítico y a ser incapaz de caminar debido a la acumulación excesiva de grasa. Fue trasladado a un centro veterinario especializado en reducir la obesidad en animales, donde se sometió a una dieta baja en calorías y a un programa de actividad física.

Su terapia incluía hidroterapia, donde realizaba caminatas asistidas dentro de un tanque de agua para reducir el impacto en sus articulaciones.

Un final triste

El sábado pasado, los cuidadores del centro compartieron la triste noticia: el gato comenzó a tener dificultades para respirar sin una causa aparente. Fue trasladado de inmediato a una cámara de oxígeno, pero su condición empeoró rápidamente.

Los veterinarios intentaron maniobras de resucitación, pero el felino falleció horas después. Aunque aún no hay un diagnóstico oficial, los veterinarios encontraron "múltiples crecimientos en el bazo y metástasis en otros órganos internos", lo que sugiere que el sobrepeso pudo haber ocultado problemas de salud adicionales.

Un legado de ternura y conciencia

La historia de Crumbs reabrió el debate sobre la importancia de cuidar la alimentación de las mascotas, ya que el exceso de peso no solo afecta la movilidad y respiración, sino que puede contribuir al desarrollo de enfermedades graves.

Aunque con un final triste, la historia de Crumbs deja un legado de ternura y conciencia sobre el cuidado responsable de los animales.