Fallece Oluwarotimi Akeredolu, Gobernador de Ondo en Nigeria

En una conmoción para el estado de Ondo y la nación nigeriana, se ha anunciado el fallecimiento del Gobernador Oluwarotimi Odunayo Akeredolu. El dirigente, conocido por su firme postura en temas de seguridad y sus críticas constructivas al gobierno, dejó de existir el miércoles pasado tras una ardua lucha contra la leucemia, según fuentes gubernamentales.

La Lucha de Akeredolu contra la Enfermedad

Oluwarotimi Akeredolu, con una trayectoria distinguida como Abogado General del estado y presidente del Foro de Gobernadores del Sur, enfrentó su enfermedad con valentía. En junio, su salud lo obligó a volar al extranjero para tratamiento, retornando a Nigeria en septiembre y permaneciendo en Ibadan durante su convalecencia. A pesar de las presiones para que cediera el poder a su vice gobernador, Lucky Aiyedatiwa, no fue hasta diciembre que trasladó formalmente sus responsabilidades antes de partir a Alemania para recibir tratamiento adicional.

Una Trayectoria Admirable

Nacido en 1956 en Owo, Akeredolu fue un influyente defensor de la instauración de la policía estatal y la reestructuración gubernamental. Educado en instituciones prestigiosas, ejerció influencia desde sus días como líder estudiantil y continuó con una destacada carrera legal, siendo nombrado Abogado General en 1997 y alcanzando la presidencia de la Asociación de la Barra Nigeriana. Su compromiso con la justicia fue evidente incluso más allá de su campo profesional, sirviendo a la comunidad a través de la mentoría y el apoyo a diversas organizaciones sociales y deportivas.

Impacto Político y Social de Akeredolu

La muerte de Akeredolu marca un punto de inflexión para Ondo y los estados del sur de Nigeria. Conocido afectuosamente como 'Aketi', el gobernador no solo implementó medidas de seguridad importantes como la Red de Seguridad del Suroeste, sino que también se destacó como crítico del entonces presidente Muhammadu Buhari, exigiendo al gobierno federal responsabilidad en la protección de los ciudadanos.

La controversia no le era ajena; su esposa, Betty, informó sobre su retorno al país y la oposición cuestionó su permanencia en Ibadan. Además, enfrentó acusaciones de corrupción que más tarde fueron desestimadas, mostrando su resiliencia y compromiso con sus funciones hasta su último día.

Su fallecimiento ha sido un golpe para sus allegados, incluida su esposa y sus cuatro hijos, y ha generado un vacío político en el estado de Ondo. La memoria de 'Aketi', sus logros y su firme liderazgo perdurarán como un legado de servicio y determinación.