Consejos de neurocientífica para dejar de sobrepensar y recuperar el control

En un mundo donde la información fluye constantemente y las decisiones se multiplican, muchas personas se están encontrando atrapadas en un ciclo de sobrepensamiento. Este hábito mental, que consiste en darle demasiadas vueltas a las cosas, puede resultar agotador y afectar la salud mental. La neurocientífica Dra. Faye Begati, conocida como The Brain Doctor, está ofreciendo estrategias prácticas para romper este ciclo y recuperar el control.

¿Qué es el sobrepensamiento y por qué nos afecta?

Según la Dra. Begati, el sobrepensamiento se define como dedicar una cantidad desproporcionada de energía mental a un problema, especialmente si las consecuencias son mínimas. Aunque pueda parecer un problema moderno, el sobrepensamiento tiene raíces evolutivas. Nuestros cerebros están diseñados para anticiparse al peligro, pero en la actualidad, este mecanismo se activa ante decisiones cotidianas, generando fatiga mental y parálisis decisional.

«Pensar demasiado rara vez nos lleva a vivir mejor», afirma la Dra. Begati (Y. García, 2025). Esta reflexión subraya la importancia de aprender a manejar nuestros pensamientos para mejorar nuestra calidad de vida.

La abundancia de opciones y el 'wanderlost'

La Dra. Begati destaca que vivimos en una era de abundancia de opciones, desde aplicaciones de citas hasta destinos vacacionales. Esta sobrecarga de posibilidades puede generar lo que ella llama 'wanderlost', una mezcla de fatiga mental y parálisis decisional provocada por la planificación. La presión por tomar la «mejor» decisión puede ser abrumadora.

Cuatro estrategias efectivas para dejar de sobrepensar

La Dra. Begati propone cuatro estrategias prácticas para ayudarte a liberarte del sobrepensamiento:

  1. Establecer límites de tiempo para las decisiones: No todas las decisiones son trascendentales. Si el restaurante elegido no fue el mejor, no hay que darle más vueltas. Begati sugiere establecer un tiempo límite para pensar en decisiones con consecuencias no duraderas.
  2. Programar un 'tiempo de preocupación': Dedica un momento específico del día para pensar en los temas que te preocupan, y fuera de ese tiempo, intenta soltarlos. Esto ayuda a contener la ansiedad y evitar que los pensamientos negativos te consuman durante todo el día.
  3. Adoptar un enfoque de 'suficientemente bueno': Para las pequeñas decisiones, si algo cumple con tus criterios básicos, elige y sigue adelante. No te obsesiones con encontrar la opción perfecta.
  4. Aprovechar la anticipación: El cerebro disfruta la anticipación. Guarda destinos soñados en una lista o escribe tus ideas antes de una conversación importante. Así, la planificación se convierte en parte del disfrute.

Cambiar de canal y romper el ciclo mental

Cuando te encuentres atrapado en un bucle mental, lo mejor es cambiar de canal. Técnicas como la respiración profunda, la meditación o una actividad que te guste pueden ayudar a romper ese ciclo de pensamientos repetitivos. No se trata de ignorar lo que te preocupa, sino de salir del bucle para observarlo con otra perspectiva.

Tal como se menciona en El Imparcial (Y. García, 2025), «Cuando te atrapes en un bucle mental, lo mejor es cambiar de canal. Técnicas como la respiración profunda, la meditación pueden ayudar a romper ese ciclo de pensamientos repetitivos». Este enfoque proactivo permite tomar distancia y evaluar la situación con mayor claridad.

Reconocer los disparadores y practicar la autocompasión

Cambiar los hábitos de sobrepensamiento lleva tiempo, pero es posible. La clave está en reconocer los disparadores, practicar la autocompasión y usar técnicas de terapia cognitivo-conductual para desafiar los pensamientos negativos. Identificar los patrones de pensamiento que te llevan a sobrepensar es el primer paso para cambiarlo.

Si un mal día en el trabajo te lleva a pensar demasiado en la reunión del día siguiente, o si una discusión con tu pareja te hace cuestionar cada palabra en un mensaje, ahí hay un patrón. Identificarlo es crucial.

Beneficios de una mente más equilibrada

Aprender a pensar de forma más equilibrada no significa tomar decisiones impulsivas, sino liberar espacio mental para lo que realmente importa. Dormir mejor, tener más energía y disfrutar del presente son algunos de los beneficios de una mente libre del sobrepensamiento.

Como concluye la Dra. Begati (Y. García, 2025), «Aprender a pensar de forma más equilibrada no significa tomar decisiones impulsivas, sino liberar espacio mental para lo que realmente importa».

Referencias