Con la llegada del frío, aumenta la incidencia de enfermedades respiratorias, un hecho que involucra diversos factores. Los expertos en salud advierten que las conductas estacionales y el clima frío pueden desencadenar síntomas como la tos y el síndrome similar a la gripe, que se intensifican durante el reposo nocturno. La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) estima que la tos afecta entre el 10 y el 30% de la población anualmente, siendo una de las principales causas de consulta médica.
La tos y otros síntomas gripales se hacen más notorios por las noches por diversos factores biológicos. El descanso conlleva una reducción en la secreción de cortisol, un antiinflamatorio natural, y un cambio en nuestra postura al dormir, lo que puede aumentar la congestión. Asimismo, la actividad del sistema inmunológico se intensifica durante la noche en un intento del organismo de combatir los patógenos.
La tos interfiere significativamente en la calidad del sueño de las personas, pudiendo provocar irritabilidad y fatiga diurna. Para mitigar la tos nocturna, especialistas sugieren mantener la humedad ambiental adecuada, consumir caramelos de miel o hierbas y evitar sustancias irritantes. En caso de que la tos sea persistente y molesta, se recomienda acudir al médico para un tratamiento personalizado.
- Mantener la habitación con una humedad adecuada.
- Consumir líquidos templados y evitar bebidas irritantes.
- Evitar posturas que puedan empeorar la acumulación de mucosidad.
- Consultar con un profesional de la salud para un tratamiento adecuado en caso de tos crónica o síntomas de bronquitis o asma.
La protección frente a virus y bacterias es crucial, sobre todo en épocas de baja temperatura donde estas patologías respiratorias son más comunes. Es indispensable seguir las recomendaciones de los expertos para mitigar el impacto de estos síntomas en nuestro bienestar y calidad de vida.