El obispo emérito, Salvador Rangel, consumió cocaína y benzodiacepinas, según toxicológico

El obispo emérito de la diócesis de Chilpancingo, Guerrero, Salvador Rangel Mendoza, dio positivo a cocaína y benzodiacepinas, según arrojó el examen toxicológico al que fue sometido.

El hallazgo

De acuerdo con el examen, practicado en el hospital general “José G. Parres” de Cuernavaca, Morelos, el prelado ingresó al nosocomio a las 10:00 horas del domingo 28 de abril, tras ser hallado en un “estacionamiento público”.

El obispo presentaba “deterioro neurológico a expensas de estupor, sin pertenencias y con un blister vacío”.

Estado de salud

El examen toxicológico también detalló el estado de salud de Rangel Mendoza al ser encontrado:

  • Sus pupilas respondieron a estímulos luminosos.
  • Su mucosa oral estaba mal hidratada.
  • Reportaron palidez de piel y tamaño de ganglios normales.
  • Sus ruidos cardíacos eran de buen tono, intensidad y frecuencia sin agregados.

Investigaciones

La Fiscalía de Morelos y el abogado del obispo sostienen que Rangel Mendoza fue víctima de un secuestro exprés, versión que duda el secretario de gobierno de Morelos, Samuel Sotelo Salgado.

Sotelo Salgado aseguró que “no hay un elemento para determinar que haya sido privado de la libertad”, pues “no hay testigo o cámara que haya visto que lo hayan privado de la libertad como tal”.