La oposición intensifica su estrategia en el Senado para desafiar los nombramientos de jueces
En un movimiento que está generando intensos debates en los pasillos del Senado, la oposición argentina está afinando una estrategia audaz para llevar al recinto los controvertidos pliegos de Manuel García-Mansilla y Ariel Lijo. Según informa ámbito.com, mientras la Unión Cívica Radical (UCR) aparentemente está evitando tomar una postura clara sobre los jueces nombrados por decreto, la oposición está activando una jugada de último momento con el objetivo de reavivar el tema y, posiblemente, revertir el nombramiento del académico García-Mansilla (Urieta, 2024).
La tensión política está aumentando a medida que se acerca el momento de la verdad en el Senado. La oposición, liderada por figuras clave como Guadalupe Tagliaferri, está buscando dictaminar este jueves y llevar al recinto del Senado el pliego para la Corte de Manuel García-Mansilla, con la intención de rechazarlo, junto con el de Ariel Lijo. «Con una jugada de último momento, la larretista Guadalupe Tagliaferri puso contra las cuerdas a la UCR, que le esquiva al tema, y se las ingenió para destrabarlo», señala Urieta (2024).

Unión por la Patria y la oposición unida
Mientras García-Mansilla ya está ejerciendo como juez de la Corte y la jura de Lijo permanece en suspenso, la bancada de Unión por la Patria, en conjunto con Tagliaferri y el presidente de la UCR, Martín Lousteau, se están preparando para movilizar el tema en el Senado. La legisladora del PRO convocó a una reunión de la comisión de Acuerdos para volver a firmar el pliego de García-Mansilla. De lograr reunir 9 firmas, el tema quedaría listo para ser debatido en el recinto la próxima semana. El objetivo principal de las bancadas opositoras es rechazar los pliegos de los dos candidatos propuestos por Javier Milei, quienes finalmente fueron nombrados por decreto.
El caso de García-Mansilla ha estado envuelto en incertidumbre desde su comparecencia en el Senado para defender su candidatura. Los rumores iniciales sugerían que el académico había obtenido apenas cuatro firmas a favor de su nombramiento. Sin embargo, ese dictamen nunca se hizo público. En contraste, seis de los siete senadores de UP firmaron un dictamen de rechazo. La séptima firma, perteneciente a José Mayans, quedó bajo “observación”. La titular de la comisión de Acuerdos, Tagliaferri, argumentó que, debido a su ausencia en la audiencia de García-Mansilla, no podía firmar.

La UCR en el centro de la controversia
La clave para destrabar la situación reside en la UCR, que, además de Lousteau, cuenta con otros tres senadores en la comisión: Carolina Losada (Santa Fe), Maximiliano Abad (Buenos Aires) y Mariana Juri (Mendoza). No obstante, desde la semana pasada, la bancada liderada por Eduardo Vischi no ha logrado establecer una postura unificada. Algunos de los 13 senadores sostienen que ambos textos deben ser rechazados por cuestiones de procedimiento. El argumento principal es que permitir el nombramiento de jueces de la Corte por decreto sentaría un precedente peligroso, abriendo la puerta a designaciones similares en instancias inferiores y embajadas, socavando el papel del Senado.
Otros, por el contrario, se inclinan por rechazar solo el pliego de Lijo, mostrando reservas con respecto al de Mansilla, o viceversa. Un ejemplo de esta división es la senadora Losada, quien afirmó este miércoles, en Expoagro, que «En el caso de García-Mansilla, ya la Corte le tomó juramento». Esto sugiere que no está a favor de rechazar el pliego del académico.
La estrategia de Tagliaferri y las tensiones internas en la UCR
En medio de las divergencias dentro de la UCR, Tagliaferri ha puesto en marcha una estrategia para dar por terminado el tema Mansilla. Convocó a la comisión de Acuerdos para ratificar autoridades y, de paso, firmar el pliego del ya juez de la Corte. Con esta convocatoria, el tema de las firmas volvería a “foja cero”. Todos los senadores que se presenten, incluido Mayans, podrán firmar dictamen. De contar con asistencia perfecta, UP reuniría 7 firmas. Sumadas a las de Lousteau y Tagliaferri, el pliego quedaría listo para ser votado en el recinto.
La estrategia de la senadora del PRO tiene una doble lectura. No solo busca que el Senado recupere su función de nombrar a los miembros de la Corte, sino que también presiona a los radicales. A excepción de Lousteau, que ya ha manifestado su postura, el resto no ha firmado dictamen alguno. Ante las indefiniciones de sus pares, Lousteau activó otra jugada en paralelo a la de Tagliaferri. Como presidente del partido, convocó al jefe del bloque radical, Eduardo Vischi, para «abordar la situación del nombramiento por decreto de los jueces de la Corte Suprema».
Mientras tanto, según informa Ámbito, dos senadoras restantes, Juri y Losada, decidieron ausentarse de la comisión de Acuerdos. Una de ellas argumenta que la comisión no es más que una estrategia entre Unión por la Patria y la dupla Tagliaferri-Lousteau para reunir las firmas y rechazar el pliego de Mansilla en el recinto, junto con el de Lijo.
Si la estrategia de Tagliaferri tiene éxito, la oposición convocaría a una sesión la próxima semana para llevar ambos pliegos al recinto. Su aprobación requeriría la aprobación de dos tercios de los presentes. De reunir 25 rechazos, caerían. La oposición interpreta que, si el Senado se pronuncia en contra del pliego de García-Mansilla, este dejaría de ser miembro de la Corte automáticamente. Sin embargo, desde La Libertad Avanza insisten en que el Máximo Tribunal ya le tomó juramento y que, por lo tanto, es supremo hasta finales de noviembre, cuando vencen los nombramientos “en comisión”.