El periodista Pablo González Yagüe ya es libre

El periodista español Pablo González Yagüe, que llevaba desde febrero de 2022 preso en Polonia acusado de espiar para el Kremlin, ha sido excarcelado este jueves tras ser incluido en el canje de prisiones acordado entre EE UU y Rusia, y que ha supuesto también la puesta en libertad de Evan Gershkovich, el corresponsal en Moscú de The Wall Street Journal condenado en mes pasado a 16 años de prisión por un tribunal ruso, según ha confirmado a EL PAÍS el abogado Gonzalo Boye.

La inclusión de González, de 41 años, en el intercambio sitúa al periodista español en este último grupo, a pesar de que desde su arresto él y su entorno han negado rotundamente haber colaborado con el régimen de Vladimir Putin.

¿Quién es Pablo González Yagüe?

González, que tiene fijado su domicilio en Gernika (Bizkaia) y es colaborador freelance del diario Público y La Sexta, fue arrestado durante la noche del 27 al 28 de febrero, poco después del inicio de la invasión de Ucrania, en la ciudad polaca de Przemysl [situada a escasos kilómetros de la frontera con este país] por las autoridades de Varsovia.

El Gobierno polaco difundió tres días después una nota en la que detallaba que la Agencia de Seguridad Interior (ABW) capturó al periodista “bajo sospecha” de haber realizado “operaciones en beneficio de Rusia, beneficiándose de su condición de periodista” durante la crisis de refugiados que siguió al estallido de la guerra, pero nunca llegó a presentar cargos formales contra él.

Las condiciones de detención de Pablo González Yagüe

Desde entonces ha permanecido recluido en una celda sin ventanas del módulo de alta seguridad de la cárcel de Radom, a unos 70 kilómetros de Varsovia, en la que permanece 23 horas diarias, con solo una hora de paseo en un patio de siete por cuatro metros, según detalló el propio periodista a la madre de sus hijos, Oihana Goiriena, en las cartas que le ha enviado desde su reclusión y durante las tres visitas que le ha podido realizar, en noviembre de 2022, en junio de 2023 y el pasado mayo.

Las reacciones a la liberación de Pablo González Yagüe

Reporteros sin Fronteras y otras organizaciones de periodistas españolas e internacionales han denunciado durante estos 29 meses en varias ocasiones las condiciones extremadamente duras en las que se encuentra González sin respetarse su presunción de inocencia. Amnistía Internacional también pidió al Gobierno polaco que facilitase a González “información completa sobre los cargos que hay en su contra, finalizase el régimen de aislamiento al que ha estado sometido y se revise su situación de prisión provisional, “incluido el respeto a su vida privada y familiar”.

Polonia ha insistido durante todo este tiempo que Pablo González, con tres hijos, utilizaba como “alias” los nombres de Aleksey Rutsov o Pavel Rubtsov, tal y como figuró en el auto de prisión original. Estos, efectivamente, son los nombres que le pusieron al nacer: Pavel Alekseevich Rubtsov. Nació en 1982 en Moscú, ya que es nieto de un niño de la guerra, los menores trasladados a Rusia durante la Guerra Civil española. Por ello tiene la doble nacionalidad y dos pasaportes, y está inscrito con los dos nombres en el Registro Civil de Vizcaya desde 1991, en virtud de la sentencia de divorcio de sus padres, según detalló tras su arresto su abogado, Gonzalo Boye.

Cuando fue detenido, el periodista llevaba el pasaporte español y el ruso, cada uno con su nombre respectivo, por lo que ambos fueron considerados falsos por la policía polaca. El padre de González, Aleksiej, aún reside en Moscú. De hecho, este manda al periodista mensualmente 350 euros por transferencia como ayuda económica, lo que ha sido considerado por las autoridades polacas como una prueba más de que está al servicio del Kremlin.

En estos años, la familia ha mostrado su malestar con el Gobierno español, al que ha acusado de no haber hecho “nada” para ayudar al periodista. Se quejan de que el presidente Pedro Sánchez apenas le dedicó tiempo al asunto durante su visita a Polonia en junio de 2022, cuando dijo que quedaba a expensas de los tribunales del país. El pasado febrero, al cumplirse dos años del encarcelamiento, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, aseguró en el Congreso a preguntas del diputado de EH Bildu Jon Iñarrritu que “en cada ocasión” en que se encontraba con su homólogo polaco le planteaba la situación del preso español.