Alberto, víctima de la brutal paliza en Águilas, vive aterrorizado

Alberto, el pescador brutalmente golpeado en Águilas, vive aterrorizado desde el pasado jueves 18 de julio. Teme por su vida y la de su hijo tras ser atacado por tres hombres con bates de béisbol y un hacha. "Me pillaron por la espalda", relata Alberto.

El salvaje ataque

El salvaje ataque ocurrió sobre las 21:30 horas del jueves en la Plaza del Doctor Calero, conocida popularmente como el Parque Blanco. Alberto, de 49 años, se encontraba sentado en un banco cuando tres individuos, Gonzalo (2002), Luis Alfredo (2000) y Rafael (2001), se le acercaron y comenzaron a agredirlo.

Los agresores, conocidos en el Barrio de 'La Ciudad Sin Ley' de Águilas, golpearon a Alberto con bates de béisbol y uno de ellos lo hirió en la cabeza con un hacha. El pescador logró escapar y refugiarse en un bazar chino cercano.

La investigación y las versiones encontradas

La Guardia Civil ha abierto una investigación y ha detenido a los tres presuntos agresores, quienes se acogieron a su derecho a no declarar. Según fuentes de las Fuerzas de Seguridad, tanto la víctima como los detenidos cuentan con antecedentes.

La instrucción judicial deberá esclarecer el motivo de la paliza, ya que resulta extraño que alguien ataque con tanta violencia por una negativa a dar un cigarrillo, como alegan los agresores.

Alberto sostiene que hay algo más detrás de la agresión y apunta a su hijo como posible objetivo de los atacantes. "Tuvieron una discusión hace unos meses", afirma el pescador. "Ellos dicen que yo les saqué una navaja, pero si vienen tres personas a por mí, yo también tengo que defenderme".

El abogado de los acusados: "Alberto falta a la verdad"

El abogado de los tres acusados, Eduardo Muñoz Simó, sostiene que la víctima "falta a la verdad" en su denuncia. Asegura que sus clientes actuaron en defensa propia tras ser amenazados por Alberto con un arma blanca.

Alberto pide protección y teme por su vida

Alberto, que aún se encuentra recuperándose de sus heridas, ha pedido a la autoridad judicial una orden de protección para él y sus cinco hijos. "Estoy desquiciado", declara. "Tengo miedo a salir a la calle y no hay derecho a esto. No duermo por las noches y tengo pesadillas porque han ido a matarme".

El caso continúa abierto y se espera que los tres investigados declaren próximamente en los juzgados de Lorca.