El transporte en Buenos Aires: un caos por el paro de colectivos

El conflicto entre el Gobierno nacional, la Unión de Tranviarios Automotor (UTA) y las cámaras empresarias del sector desembocó en un paro de colectivos que afecta a toda el Área Metropolitana de Buenos Aires. Solo 70 de las más de 300 líneas que prestan servicio en la zona salieron a circular, dejando a unos nueve millones de pasajeros varados.

Alternativas de transporte escasas y costosas

Ante la falta de colectivos, los pasajeros se vieron obligados a buscar alternativas de transporte, muchas de las cuales resultaron escasas y costosas. Los taxis y las aplicaciones de transporte privado tuvieron una alta demanda, con largas filas de espera y tarifas elevadas. El subte, otra opción viable, también se vio desbordado, con vagones repletos y tiempos de espera prolongados.

"No me da la plata para tomarme un Uber. Entonces voy a tomar el subte C hasta Retiro y de ahí otro tren, el Belgrano Norte", dijo Diego, un vigilador que viaja diariamente desde Glew hasta Constitución.

"Estoy perdida, pero voy a llegar", comentó Valeria, una joven que intentaba llegar a Villa Devoto para visitar a su hermano preso.

Pérdidas económicas y malestar social

El paro de colectivos no solo afecta a los pasajeros, sino también a la economía. Los comercios y empresas ubicados en las zonas afectadas reportaron una disminución significativa en sus ventas y actividades. Además, el caos en el transporte público ha generado malestar social y protestas entre los usuarios.

"Nadie vende bien si se queda parado", dijo Margó, una vendedora de café que vio mermadas sus ganancias por la falta de clientes.

"El colectivo ya va a venir. Ya va a venir", repetía una señora que esperaba pacientemente el 39 en la avenida Caseros.

Una tregua con fecha de vencimiento

Luego de una reunión entre las partes, se anunció que el paro finalizaría a partir de la medianoche. Sin embargo, también se acordó una tregua hasta el 25 de este mes, cuando se repetirá la misma situación si los colectiveros no cobran lo acordado con las cámaras empresarias.

Mientras tanto, las autoridades y las empresas de transporte continúan negociando para evitar nuevos paros y garantizar un servicio eficiente para los millones de pasajeros que dependen del transporte público en Buenos Aires.