Pedro Sánchez, un trampolín para el PSC en Cataluña

Pedro Sánchez se ha convertido en el protagonista principal de los socialistas en su primer periplo en la campaña electoral catalana. Con un discurso de calado progresista y lleno de reproches a PP y Vox, Sánchez pretende ser un trampolín para el PSC de cara a la última semana de campaña. Los socialistas se mantienen delante en las encuestas, pero el posible inmovilismo de los bloques obliga al partido a aumentar las previsiones de voto para no quedarse con la miel en los labios, como ocurrió en 2021, cuando vencieron en los comicios pero no pudieron formar Gobierno.

El presidente del Gobierno ha estado presente en varios actos de campaña junto a Salvador Illa, candidato a la Generalitat por el PSC. En estos actos, Sánchez ha aprovechado para arremeter contra la derecha y la ultraderecha, acusándolas de enfangar la política y el diálogo social. También ha pedido una victoria con una "mayoría amplia" para combatir las formas inadecuadas, según ha dicho, de los partidos conservadores.

El "efecto Sánchez"

La presencia de Sánchez en Cataluña ha generado un gran expectación y ha movilizado a los simpatizantes socialistas. En cada acto, el presidente ha sido recibido con entusiasmo y ha generado un "efecto fan" poco habitual en el PSC. Esta movilización podría ser clave para impulsar la candidatura de Illa en la última semana de campaña.

Sin embargo, la presencia de Sánchez también ha generado algunas críticas internas dentro del PSC. Algunos sectores del partido consideran que el protagonismo del presidente podría eclipsar la figura de Illa y restarle votos. De hecho, en algunos actos, se ha podido ver cómo los simpatizantes se acercaban más a Sánchez que al propio candidato a la Generalitat.

Un partido dividido

El PSC se presenta a las elecciones catalanas dividido. Una parte del partido, liderada por Illa, apuesta por un discurso moderado y de consenso. Otra parte, más cercana a la dirección federal del PSOE, prefiere un discurso más combativo y de confrontación con el independentismo. Esta división interna podría dificultar la formación de un gobierno estable en Cataluña después de las elecciones.

A pesar de las dificultades, el PSC confía en poder ganar las elecciones y formar gobierno. El partido cuenta con el apoyo de los votantes socialistas catalanes y con el "efecto Sánchez". Sin embargo, la división interna y la posible movilización del independentismo podrían complicar sus aspiraciones.