Pérdida muscular: un nuevo indicador de riesgo de demencia
La demencia, una afección devastadora que afecta a millones en todo el mundo, es conocida por estar asociada con factores de riesgo como la obesidad, la hipertensión y el tabaquismo. Sin embargo, un estudio reciente de la Escuela de Medicina de Johns Hopkins ha identificado un nuevo factor de riesgo potencial: la pérdida muscular, conocida como sarcopenia.
Sarcopenia y su impacto en la salud cognitiva
La sarcopenia, que afecta hasta al 16% de los adultos mayores, es una condición caracterizada por la disminución de la masa muscular. Este estudio ha demostrado que las personas mayores con sarcopenia tienen un 60% más de probabilidades de desarrollar demencia, incluso después de considerar otros factores de riesgo.
Los investigadores utilizaron el músculo temporal, ubicado en la mandíbula, como indicador de la masa muscular general. Descubrieron que las personas con músculos temporales más pequeños experimentaban mayores disminuciones en el tamaño del cerebro y en las pruebas cognitivas durante un período de seis años.
El papel de las mioquinas en la prevención de la demencia
La sarcopenia afecta la producción de mioquinas, proteínas esenciales liberadas por los músculos que desempeñan un papel crucial en la salud cerebral. La pérdida de mioquinas puede alterar los procesos cerebrales y aumentar el riesgo de demencia.
Además, la sarcopenia a menudo conduce a una disminución de la actividad física y social, lo que también contribuye al deterioro cognitivo.
Intervenciones para prevenir la demencia relacionada con la sarcopenia
Los investigadores enfatizan la importancia de abordar la sarcopenia como un factor de riesgo para la demencia. Recomiendan la detección temprana a través de imágenes cerebrales y la implementación de intervenciones como:
- Entrenamientos de resistencia
- Ejercicios adaptados
- Dieta rica en proteínas
Estas intervenciones no solo pueden ralentizar la pérdida muscular, sino también reducir significativamente el riesgo de deterioro cognitivo.
Conclusión
El estudio de la Escuela de Medicina de Johns Hopkins destaca la importancia de abordar la pérdida muscular como un factor de riesgo de demencia. La detección temprana y las intervenciones adecuadas pueden ayudar a reducir el riesgo de esta afección devastadora y mejorar la salud cognitiva en los adultos mayores.