Perú es un país altamente sísmico debido a su ubicación en el Cinturón de Fuego del Pacífico. La actividad sísmica en Perú se debe principalmente a su ubicación geográfica en una zona altamente propensa a terremotos y erupciones volcánicas. El país se encuentra en una región donde varias placas tectónicas se encuentran en constante movimiento, lo que provoca la acumulación de estrés tectónico y, eventualmente, la liberación de energía en forma de terremotos.
Perú cuenta con una serie de fallas geológicas activas, como la falla de Nazca-Sudamérica, que atraviesa gran parte del país. Estas fallas son puntos de liberación de energía sísmica y, por lo tanto, contribuyen a la frecuencia de los sismos en la región.
Aunque los sismos pueden ocurrir en diversas partes del país, algunas regiones de Perú son más vulnerables que otras debido a su ubicación cercana a las principales fallas geológicas y su actividad sísmica histórica. Estas zonas incluyen Ica, Huancavelica y Chilca, entre otras.