El pez más feo del mundo triunfa en Nueva Zelanda y genera conciencia sobre la biodiversidad marina

En un giro inesperado, el pez gota, conocido por su apariencia inusual, está siendo coronado como el Pez del Año en Nueva Zelanda. Este sorprendente resultado, según reporta El Imparcial (2025), está destacando la importancia de la conservación marina y generando un diálogo crucial sobre las especies menos carismáticas que habitan nuestros océanos.

Una victoria inesperada

Contra todo pronóstico, este gelatinoso habitante de las profundidades ha logrado capturar la atención del público, obteniendo 1,286 votos y superando a otros contendientes, incluido el reloj anaranjado, otra especie que se encuentra en peligro de extinción. La competencia, organizada por Mountains to Sea Conservation Trust, está viendo una participación récord, duplicando las cifras del año anterior. Este aumento en la participación, está evidenciando un creciente interés público en la conservación marina.

El triunfo del pez gota no ha sido un mero golpe de suerte. Según Redacción GH (2025), locutores de la radio More FM, Sarah Gandy y Paul Flynn, están instando activamente a sus oyentes a votar por el pez gota, creando una ola de apoyo que lo impulsó a la victoria. «¡Necesitamos que el pez gota gane!», declararon en su programa, generando una avalancha de votos que, finalmente, lo llevó al primer puesto (El Imparcial, 2025).

¿Por qué el pez gota?

Este pez de aspecto peculiar, está residiendo en las aguas profundas de Australia, Tasmania y Nueva Zelanda, a profundidades que oscilan entre los 600 y 1,200 metros. Su cuerpo está adaptado para soportar la extrema presión del océano, lo que le permite flotar sin gastar energía. Sin embargo, cuando se le saca a la superficie, la falta de presión provoca que su cuerpo se deforme, dándole ese aspecto blando y “feo” que lo ha convertido en un fenómeno viral (El Imparcial, 2025).

Pero más allá de su apariencia, el pez gota está enfrentando serias amenazas, principalmente debido a la pesca de arrastre. Esta práctica destructiva está poniendo en peligro no solo al pez gota, sino también a otras especies que comparten su hábitat. Organizaciones ambientales están utilizando esta competencia como una plataforma para sensibilizar al público sobre la fragilidad de estos ecosistemas marinos.

Un llamado a la acción

La Iniciativa de Derecho Ambiental, patrocinadora del reloj anaranjado, está enfatizando que «el pez gota no solo ganó un título, sino también visibilidad. Cada voto es un paso hacia la protección de su hábitat» (El Imparcial, 2025). Con más de 5,500 votos en total, esta edición del concurso está demostrando que incluso las criaturas más incomprendidas pueden generar conciencia y apoyo cuando se trata de conservar el ecosistema marino.

El concurso Pez del Año está sirviendo como un recordatorio de que cada especie, sin importar su apariencia, desempeña un papel crucial en el equilibrio ecológico de nuestros océanos. Al destacar las amenazas que enfrentan especies como el pez gota y el reloj anaranjado, se está impulsando un diálogo más amplio sobre la necesidad de prácticas pesqueras sostenibles y la protección de los hábitats marinos.

El futuro de la conservación marina

La victoria del pez gota es un triunfo para la conservación marina. Está demostrando que el público está dispuesto a apoyar causas ambientales, incluso cuando se trata de especies que no son tan atractivas a la vista. Este renovado interés en la conservación marina es una señal alentadora para el futuro de nuestros océanos.

A medida que más personas toman conciencia de los desafíos que enfrentan nuestros ecosistemas marinos, se espera que haya un mayor apoyo para las políticas y prácticas que protegen la biodiversidad marina. La historia del pez gota es un ejemplo inspirador de cómo la conciencia pública puede traducirse en acciones concretas para la conservación del medio ambiente.

Referencias