El retorno de Puigdemont a Barcelona: ¿un desafío al Estado o un triunfo del independentismo?
Puigdemont, líder de Junts per Catalunya, plantea su regreso a Barcelona no como una rendición, sino como la culminación de un desafío a las instituciones del Estado. Lleva casi siete años viviendo en Bélgica para evitar ser juzgado por su papel en el referéndum de independencia de 2017.
Secreto y movilizaciones
Junts aborda con secretismo el plan de regreso de su líder, pero ha trascendido que el partido busca movilizar a todos los alcaldes independentistas, cerca de 700, para apoyar a Puigdemont. Las entidades cívicas secesionistas, como la Assemblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural, también han asegurado que lo apoyarán en su regreso.
En lugar de ser un regreso para ser president, la reaparición de Puigdemont en el Parlament solo le permitirá ser testigo de la investidura de un president del PSC, 14 años después de que lo fuera José Montilla.
Reacciones a su vuelta
Un pleno condicionado
La ley fija que el 26 de agosto es el plazo tope para investir a un president y evitar así la repetición electoral.