Puigdemont advierte a Sánchez: "Si no cambian las cosas, no daremos apoyo al Gobierno"

El expresidente catalán, Carles Puigdemont, ha lanzado un nuevo aviso al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, advirtiendo que si no hay cambios significativos en la relación entre ambos, Junts per Catalunya no podrá seguir dando apoyo al Ejecutivo.

En una entrevista concedida a TV3, Puigdemont ha reiterado las críticas que ya expresó hace una semana en una conferencia de prensa, asegurando que las cosas "no van bien" y que ve "poco margen" para reconducir la situación.

Entre los temas más urgentes que están sobre la mesa entre Junts y el PSOE, se encuentra el desbloqueo de los Presupuestos Generales del Estado para 2025. Puigdemont ha afirmado que "no podemos ni negociarlos" en las actuales circunstancias.

Una cuestión de confianza como "jugada táctica"

El expresidente catalán ha insistido en que el interés de Junts por someter a Sánchez a una cuestión de confianza es una "jugada táctica" y ha avisado que, si el Gobierno frena su tramitación, "llevaría la legislatura al colapso", ya que la retirada del apoyo de Junts sería automática.

Puigdemont ha alertado de que, en caso de veto a la cuestión de confianza, habrá "consecuencias irreversibles" y ha señalado que el plazo para llegar a un acuerdo expira el próximo 7 de enero.

La amnistía, un "comodín" que ya no vale

El líder de Junts ha descartado que la aprobación de una ley de amnistía sea un "comodín" que el Gobierno pueda utilizar para alargar el apoyo de la formación independentista. "La amnistía no está pasando y fue un precio por la investidura", ha afirmado Puigdemont, criticando que "una amnistía que no tenga efectos, que no incluya a todo el mundo, no es válida".

Puigdemont ha lamentado que sigue teniendo que vivir en Bélgica porque si entrara en Cataluña se arriesgaría a ser detenido. También ha criticado el "silencio" de Sánchez ante las trabas judiciales a la amnistía y ha lanzado dardos contra el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, por dispensarle un trato de "presunto delincuente".

El expresidente catalán ha reconocido que la estrategia de "cobrar por adelantado" que Junts aplicó al apoyar la investidura de Sánchez no ha dado los frutos esperados. "No es un balance del que yo esté satisfecho", ha admitido.

Otro de los temas que genera fricciones entre Junts y el Gobierno es el traspaso a la Generalitat de la gestión de la inmigración. La formación independentista exige tener pleno control de todo el proceso, desde las fronteras hasta las propuestas de expulsión, algo que el Ejecutivo no ve con buenos ojos.