¡Atención, inquilinos de Cataluña! El Sindicato de Inquilinas da un paso histórico y anuncia las dos primeras huelgas de alquiler en la región. Estas huelgas son un acto de rebelión contra las precarias condiciones de vivienda que enfrentan muchos residentes en la comunidad autónoma.
Un grito de auxilio desde Salou
En la localidad costera de Salou, los vecinos de un edificio han decidido dejar de pagar el alquiler a su arrendador, InmoCriteria, y depositarlo en una cuenta común. Esta medida de presión tiene como objetivo mejorar sus condiciones de vivienda. La finca, que originalmente era de protección oficial, ha sido comprada recientemente por la Generalitat para proteger a las familias que aún viven allí. De los 80 pisos del edificio, 40 están vacíos y el resto sigue alquilado o ha sido vendido. Un 62% de los inquilinos, es decir, 23 familias, se han unido a la protesta.
La huelga en Salou consiste en devolver los últimos dos recibos del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) que InmoCriteria ha cobrado irregularmente. El Tribunal Supremo ha declarado ilegal el cobro del IBI en viviendas protegidas, por lo que los inquilinos han decidido dejar de pagarlo. También esperan que la Generalitat elimine las cláusulas abusivas en sus contratos cuando comience a gestionar las viviendas.
Sentmenat se une a la lucha
En la localidad de Sentmenat, otro grupo de inquilinos se prepara para iniciar una huelga de alquiler el próximo 1 de marzo. Han establecido una condición: que un 25% de los inquilinos se unan a la protesta, cifra que confían alcanzar. Su huelga consistirá en ingresar los recibos del alquiler en una cuenta mancomunada y comunicarlo a La Caixa, así como a los servicios sociales o la Agencia de la Vivienda en el caso de personas que reciban ayudas.
Cláusulas abusivas en el punto de mira
El Sindicato de Inquilinas denuncia que InmoCriteria ha cobrado más de 10 millones de euros en concepto de IBI solo en Cataluña. También ha presentado una demanda colectiva contra la empresa por supuestas cláusulas abusivas en los contratos de alquiler. Entre estas cláusulas se encuentran la obligación de que los inquilinos paguen gastos, el IBI, un seguro de impago y la domiciliación del alquiler y la nómina o pensión en CaixaBank.
Estas dos huelgas de alquiler son un claro indicio del creciente malestar entre los inquilinos de Cataluña. El Sindicato de Inquilinas exige a la Generalitat que compre todas las fincas de InmoCriteria, paralice los desahucios previstos y retire las cláusulas abusivas.
"La huelga es un acto de desobediencia colectiva de retención del pago del alquiler, como medida de fuerza para negociar una mejora de las condiciones", ha afirmado Enric Aragonès, portavoz del Sindicato de Inquilinas.
Queda por ver cómo evolucionarán estas huelgas y si lograrán mejorar las condiciones de vida de los inquilinos de Cataluña. Lo que está claro es que el movimiento de los inquilinos está cobrando fuerza y no va a desaparecer hasta que se escuchen sus demandas.