Factores de riesgo
El estudio, que analizó datos de casi 12.000 niños y adolescentes de entre 9 y 14 años, encontró que tanto el tiempo medio de uso de las redes sociales como el tiempo total frente a las pantallas estaban relacionados con un mayor riesgo de trastornos alimentarios. El riesgo era aún mayor entre los que hacían un uso problemático de las redes sociales.
Según el autor principal del estudio, el Dr. Jason Nagata, profesor asociado de pediatría en la Universidad de California, San Francisco (UCSF), las redes sociales promueven las comparaciones constantes con los demás y la exposición a ideales corporales inalcanzables, lo que puede provocar insatisfacción corporal, baja autoestima y comportamientos poco saludables de control de peso.
Síntomas de trastornos alimentarios
Los síntomas de los trastornos alimentarios observados en el estudio incluían preocupaciones excesivas sobre el aumento de peso, vinculación de la autoestima con el peso corporal y episodios de atracones. También se observó un aumento de comportamientos como:
- Restricciones alimentarias
- Purga (vómitos, uso de laxantes)
- Ejercicio excesivo
El Dr. Nagata recomienda que los adolescentes limiten el uso de las redes sociales que fomentan las comparaciones de apariencia y los posibles trastornos alimentarios. También sugiere que los padres desempeñen un papel activo en el desarrollo de planes familiares para el uso de dispositivos digitales y entablar conversaciones abiertas sobre el uso problemático de las pantallas y los problemas de alimentación.
Prevención
Para reducir el riesgo de trastornos alimentarios relacionados con el uso de redes sociales, es fundamental que los padres participen en la regulación del tiempo frente a las pantallas y promuevan una imagen corporal positiva. Las charlas familiares sobre los efectos negativos del uso excesivo de redes sociales pueden ayudar a prevenir la aparición de síntomas relacionados con los trastornos alimentarios.