Supremacía constitucional: ¿La reforma permite violaciones a los derechos humanos?
La Cámara de Diputados aprobó una reforma a la Constitución que establece la improcedencia de amparos y controversias contra reformas a la Carta Magna, lo que ha generado preocupación entre defensores de los derechos humanos.
Miguel Alfonso Meza, presidente de la asociación Defensorxs, advirtió que la reforma "cierra absolutamente la puerta para defender los derechos humanos que puedan ser violados o eliminados".
Según Meza, la reforma disminuye la protección de los derechos humanos y viola el principio de progresividad y no regresividad de los mismos.
La reforma también permitiría que se violen o se eliminen derechos humanos previstos en la Constitución, incluso los que ya están protegidos.
Para impugnar la reforma de supremacía constitucional, hay dos caminos: el poder reformador de la Constitución y el principio de progresividad y no regresividad de los derechos humanos.
El primer camino implica demostrar que la reforma excede las competencias del Poder Legislativo, mientras que el segundo implica demostrar que la reforma viola los derechos humanos.
Sin embargo, Meza considera que el segundo camino es más difícil, ya que el principio de progresividad y no regresividad de los derechos humanos no está explícitamente reconocido en la Constitución.
La reforma a la Constitución ha sido aprobada por Morena y sus aliados, que tienen la mayoría en el Congreso.
Esta reforma ha sido criticada por la oposición, que considera que es un intento de concentrar el poder en el Ejecutivo y limitar el control judicial de las acciones del gobierno.
Aún no está claro si la reforma será impugnada ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.