El panorama del Poder Judicial mexicano está a punto de cambiar con la implementación de una reforma que contempla una elección extraordinaria para jueces, magistrados y ministros en el primer trimestre de 2025.

Reforma pone en riesgo la independencia judicial

Expertos en derecho advierten que esta nueva medida podría comprometer los principios de independencia, objetividad e imparcialidad de los jueces, ya que dependerán de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial para participar en la elección.

Miguel Luna, juez primero de distrito, expresa su preocupación al respecto: 'El mecanismo que se está planeando es que, para cubrir las plazas vacantes, al menos tratándose de jueces y magistrados, cada poder va a proponer dos candidatos, entonces aquí va haber una preselección de los jueces que va a ser realizada por los poderes antes mencionados'.

Luna destaca que este filtro político podría afectar la calidad de los jueces seleccionados, ya que tendrían que contar con el aval de los poderes para participar en la elección.

Desaparición de la carrera judicial

Otra consecuencia prevista de la reforma es la desaparición de la carrera judicial, un sistema que garantiza la independencia y la profesionalización de los jueces.

Luna denuncia que con la nueva medida 'desaparecería por completo la carrera judicial, además de que no se garantiza que las personas que ya hayan tenido esta curva de aprendizaje lleguen a ocupar estos cargos'.

Retos para los nuevos jueces

Los jueces que resulten electos en 2025 enfrentarán importantes desafíos, como la necesidad de coordinar a los secretarios y realizar labores administrativas, tareas que requieren una amplia trayectoria y experiencia.

La elección extraordinaria prevista para el primer trimestre de 2025 marca un punto de inflexión en el Poder Judicial mexicano, con implicaciones tanto para la independencia de los jueces como para la calidad de la justicia en el país.