El PRI extiende el mandato de 'Alito' Moreno por otros cuatro años
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) avaló la reforma a los estatutos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que permitirá la reelección de Alejandro Moreno como presidente nacional del partido hasta 2028 e incluso abrirle la puerta a nuevas reelecciones.
Magistrados avalan reelección
La decisión fue tomada por una mayoría de tres votos a favor y dos en contra de los magistrados integrantes de la Sala Superior del TEPJF: Mónica Aralí Soto Fregoso, Felipe Fuentes y Felipe de la Mata. Los magistrados Janine Otálora Malassis y Reyes Rodríguez Mondragón votaron en contra de la reelección.
Antecedentes del caso
La reforma a los estatutos del PRI había sido impulsada por el propio Moreno y había generado polémica, ya que algunos sectores del partido la consideraban contraria a los principios de democracia y alternancia. Además, su aprobación se dio durante el proceso electoral federal de 2024, lo que contraviene la prohibición legal de modificar los estatutos de los partidos durante ese periodo.
Argumentos a favor
El magistrado Felipe Fuentes argumentó que la reelección es constitucional y que el cambio a los estatutos del PRI estaba justificado por la urgencia de garantizar la certeza jurídica al partido de cara a los próximos procesos electorales en Durango y Veracruz.
Argumentos en contra
Por su parte, la magistrada Janine Otálora Malassis sostuvo que la reelección no es un derecho absoluto y que viola la alternancia de género en los cargos de elección popular.
Implicaciones de la decisión
La decisión del TEPJF es definitiva e inatacable, por lo que queda firme la reelección de Alejandro Moreno como presidente del PRI y la posibilidad de que acceda a más reelecciones en el futuro.
Esta decisión ha generado reacciones encontradas dentro del PRI. Algunos sectores apoyan la reelección de Moreno, argumentando que es necesaria para garantizar la estabilidad y el fortalecimiento del partido. Sin embargo, otros sectores critican la decisión, considerándola como un retroceso democrático y un obstáculo para la renovación del PRI.