Rocío Monasterio renuncia a su escaño en la Asamblea de Madrid tras ser destituida como líder regional de Vox

La hasta ahora líder de Vox en Madrid, Rocío Monasterio, ha anunciado este jueves que renuncia a su escaño en la Asamblea de la Comunidad de Madrid después de que el secretario general, Ignacio Garriga, le comunicara que “iba a ser destituida” al frente del partido en la región, rehusando así continuar de portavoz parlamentaria, como se le había ofrecido para hacer menos traumático el cese.

“A la vista de que hoy no soy la persona de confianza del secretario general y del presidente [de Vox, Santiago Abascal] me parece lógico y me parece honesto también entregar mi acta de diputada”, ha dicho en una breve declaración leída y sin preguntas, cargada de reproches velados.

Tras puntualizar que, aunque fue Garriga quien le comunicó su relevo, la decisión última de su destitución ha correspondido a Abascal, Monasterio ha subrayado que el Comité Ejecutivo Provincial (CEP) de Madrid, cuyo mandato terminaba el próximo mes de noviembre, era el último que quedaba en la formación elegido democráticamente por las bases y también el que contaba con mayor número de afiliados.

Ha lamentado, no obstante, que la dirección nacional tenga “la potestad de elegir a dedo al próximo comité de Madrid, gracias a las sucesivas enmiendas presentadas a los estatutos [de Vox], que han dejado de lado la democracia interna que habíamos venido a defender.”. Ha señalado que en esas condiciones no considera lógico seguir como diputada y ha anunciado su decisión de retornar a su actividad privada como arquitecta, “donde es probable que haga más viviendas que la señora Ayuso en cuatro años”, ha apostillado. Aludía a la última pregunta que ha formulado en el pleno de la Cámara a la presidenta de la Comunidad de Madrid, que ha versado sobre la dificultad de los jóvenes para acceder a una vivienda.

Monsterio ha recordado que formó parte de Vox desde su fundación, “cuando las cosas eran difíciles, cuando el espíritu de todos era limpio y cuando el partido destacaba por la solvencia de muchos de sus miembros”, ha añadido, en alusión a los dirigentes de la formación que han sido purgados o ha tirado la toalla en los últimos años.

Agradecimientos y despedida

Tras desgranar una lista de agradecimientos a cuantos la han apoyado durante su etapa como presidenta del partido en Madrid y como diputada regional, se ha dirigido al registro de la Cámara para formalizar su renuncia, arropada por un puñado de diputados de Vox, que han aplaudido su intervención.

Entre ellos estaban Íñigo Henríquez de Luna, José Ignacio Arias y Jorge Cutillas, pero no José Antonio Fúster, su sucesor como presidente regional de Vox.

Comunicado de Vox

Una hora después de que lo adelantara EL PAÍS, Vox confirmó este miércoles, a través de un comunicado, que la dirección del partido había decidido sustituir a Monasterio como presidenta del partido en Madrid, un cargo que ocupaba desde hace ocho años y para el que fue reelegida en las elecciones primarias celebradas en septiembre de 2020.

Declaraciones de Santiago Abascal

A primera hora de este jueves, en declaraciones a Radio Libertad, Santiago Abascal ha inscrito en la “absoluta normalidad” el cese de Monasterio. “Lo que se hace es que Rocío va a seguir centrada en el trabajo en la Asamblea y José Antonio Fúster, que es nuestro portavoz nacional, va a dar un nuevo impulso a la organización territorial en Madrid”, ha dicho, antes de conocer que Monasterio había decidido renunciar a su escaño.

“Vox toma sus decisiones y va seguir tomándolas para que el partido vaya cada vez mejor”, ha añadido, negando que la destitución de su hasta ahora presidenta madrileña sea un síntoma de división interna.

Justificación del cambio

El argumento que se ha dado internamente para justificar el cambio es que ya han transcurrido cuatro años desde que, en septiembre de 2020, ganó en elecciones primarias la Presidencia del Comité Ejecutivo Provincial (CEP) de Madrid, por lo que su mandato habría caducado.

Sin embargo, su sustituto no ha salido de unas nuevas elecciones primarias ya que, en abril de 2022, Vox cambió sus estatutos para suprimir los comicios internos, de forma que los comités provinciales ya no son elegidos democráticamente por las bases, sino designados a dedo por la dirección, como ha subrayado la propia Monasterio.