En la búsqueda constante de alternativas naturales para el bienestar del cerebro, estudios recientes ponen en relieve las cualidades de una hierba tradicional de la gastronomía mediterránea: el romero (Rosmarinus officinalis). Este ingrediente, de aroma distintivo y uso prevalente en la cocina, está ganando atención por sus posibles beneficios neuroprotectores, principalmente en la mejora de la memoria y la concentración.
¿Qué revelan los estudios sobre el romero?
Un estudio publicado en el 'International Journal of Neuroscience' exploró los posibles efectos cognitivos del romero, descubriendo que su inhalación mediante aromaterapia mejoraba la calidad de la memoria y aumentaba el estado de alerta mental en sus participantes. Otro estudio en 'Psychogeriatrics' asoció el aceite esencial de romero con una prevención y retraso en el desarrollo de enfermedades como la demencia y el Alzheimer. No obstante, los expertos recomiendan prudencia y consultas médicas antes de su uso excesivo.
¿Cómo puede el romero ser incorporado en la vida cotidiana?
- Inhalaciones de su aceite esencial para potenciar la concentración y la memoria.
- Consumo en distintas preparaciones culinarias, como ensaladas e infusiones, aprovechando sus propiedades.
- Uso tópico de aceites diluidos para masajes que estimulen el bienestar mental.
Efectos y precauciones
Además de su uso tradicional, el romero posee propiedades antioxidantes y se le atribuyen efectos positivos en la función cerebral, como la mejora de la actividad cognitiva y la protección de las neuronas frente al estrés oxidativo. Sin embargo, es importante recordar que el romero puede interactuar con ciertos medicamentos y su consumo debe ser moderado.
La relevancia de estas investigaciones destaca la importancia de un enfoque integrador en medicina, considerando opciones naturales como complemento a tratamientos convencionales para cuidados del cerebro y de la memoria.