El romero y la manzanilla son dos plantas ampliamente utilizadas en tratamientos capilares naturales debido a sus potenciales beneficios para la salud del cabello. La manzanilla, conocida por sus propiedades aclaradoras, se emplea para iluminar el pelo de forma gradual. Según un informe del Consejo Europeo de 1984, los flavonoides presentes en la manzanilla, como la apigenina, la quercetina y el azuleno, actúan como pigmentos que blanquean el cabello.

Fortalecimiento del cabello

Además de sus propiedades aclaradoras, la manzanilla también puede fortalecer el cabello gracias al ácido carnósico que contiene. Este compuesto ayuda a reparar los nervios del cuero cabelludo, promoviendo el crecimiento y la fortaleza del pelo. Por lo tanto, puede ser un remedio natural para combatir la caída del cabello.

Control de la caspa

La manzanilla también tiene propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a controlar la caspa, un problema común del cuero cabelludo. Estas propiedades ayudan a reducir la irritación y mantener la hidratación de la piel, aliviando las molestias causadas por la infección por hongos.

Otros beneficios

La manzanilla también es conocida por dar brillo al cabello, fortalecer las puntas e incentivar su crecimiento. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos beneficios no están científicamente comprobados y pueden variar en cada persona.

Precauciones

Como con cualquier ingrediente natural, la manzanilla puede causar reacciones alérgicas. El aceite esencial de manzanilla, en particular, puede provocar irritación si se aplica directamente sin diluir. Del mismo modo, el uso excesivo del aceite esencial de romero puede provocar caída del cabello. Es crucial diluir siempre los aceites esenciales antes de aplicarlos en el cuero cabelludo.

En general, tanto la manzanilla como el romero pueden ser aliados naturales para mejorar la salud del cabello. Sus propiedades aclaradoras, fortalecedoras y antiinflamatorias pueden beneficiar al cuero cabelludo y la fibra capilar. Sin embargo, es esencial utilizarlos con precaución, estando atento a cualquier reacción alérgica y siguiendo las recomendaciones de aplicación.