Amenaza paraliza servicio de colectivos en Rosario

El día amaneció con incertidumbre para los habitantes de Rosario cuando, en las primeras horas de la mañana, los choferes de colectivos de la empresa Movi decidieron suspender el servicio tras descubrir una amenaza manuscrita acompañada del dibujo de una bala. El hallazgo se produjo dentro del colectivo número 326 de la línea 153, ante lo cual los conductores realizaron una paralización inmediata y regresaron los vehículos a las terminales.

El contexto de violencia que sacude a la ciudad, con recientes ataques a trabajadores del transporte público, ha generado una atmósfera de tensión y miedo entre los profesionales del sector. Esta amenaza surge apenas unas semanas después del fallecimiento del colectivero Marcos Daloia, quien fue gravemente herido mientras operaba la línea K de Movi y posteriormente sucumbió a sus heridas.

El secretario de Gobierno, Sebastián Chale, confirmó el refuerzo de las medidas de seguridad y señaló que se encuentran en permanente contacto con la Fiscalía y el Ministerio de Seguridad. Durante la mañana, las autoridades y representantes del sindicato UTA mantuvieron reuniones con el objetivo de reestablecer el servicio lo antes posible y garantizar la seguridad de los trabajadores.

En medio de la situación, los usuarios del servicio de transporte se vieron afectados por las demoras y la paralización total, lo que complicó significativamente la movilidad en la ciudad. Mientras tanto, la investigación sigue en curso y se está realizando el relevamiento de pruebas.

Movi, que inició operaciones en 2019, es una empresa que emerge de la fusión de Semtur y Mixta, con el compromiso de brindar un servicio de movilidad confiable y seguro a los ciudadanos de Rosario. Frente a estos hechos, la empresa y las autoridades locales buscan medidas para proteger a sus empleados y pasajeros de la creciente ola de violencia.

Desde la municipalidad, existe la esperanza de que las operaciones se retomen durante el día, ofreciendo nuevamente a los rosarinos la posibilidad de moverse por la ciudad en los colectivos urbanos de las distintas líneas que prestan su servicio. Sin embargo, la simple resolución del servicio no es suficiente: es imperativo que se solucione la raíz del problema de seguridad que azota a Rosario y sus trabajadores.

La seguridad en Rosario: un desafío constante

Además del ataque sufrido por Daloia, la ciudad ha presenciado otros crímenes violentos que afectan directamente a trabajadores de servicios esenciales como taxistas y playeros de estaciones de servicio. Estos hechos han puesto en evidencia la necesidad de implementar estrategias más eficientes para combatir el narcoterrorismo y otros delitos que atentan contra la vida y la paz de los ciudadanos.

El refuerzo de la presencia policial y la colaboración entre distintas fuerzas de seguridad del estado son pasos esenciales para devolver la tranquilidad a la ciudad. El compromiso de todos los sectores de la sociedad, incluyendo las empresas de transporte, es clave para enfrentar este difícil momento y avanzar hacia una Rosario más segura para todos.