Salvador Illa elegido como nuevo president de la Generalitat
Salvador Illa será elegido previsiblemente la próxima semana como nuevo president de la Generalitat de Cataluña. Su elección pondrá fin al esquema de bloques que ha dominado la política catalana desde el inicio del procés en 2012. También se abre un nuevo tiempo político para los independentistas, con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) inmersa en su proceso de reconstrucción interna y con un Junts per Catalunya que tendrá que mirar al espejo ante la promesa de retorno de Carles Puigdemont.
Illa vuelve a gobernar Cataluña tras 14 años e intentará demostrar que el "triunfo de la buena política" que enarboló el sábado en la Ejecutiva de su partido se acompañe del cumplimiento de lo acordado, teniendo la estabilidad del Gobierno central como principal arma de presión.
El acuerdo con ERC
El jefe de filas de los socialistas catalanes rompió el sábado su silencio sobre el acuerdo alcanzado con los republicanos, tras una semana de negociaciones. Como estaba previsto, si había luz verde en la consulta a las bases de ERC, el PSC reuniría su Ejecutiva para bendecir el texto y comenzar oficialmente a explicarlo.
"Estoy muy satisfecho, feliz y esperanzado porque hemos conseguido dos buenos acuerdos", dijo el futuro president, flanqueado por el equipo negociador, y repitiendo en varias ocasiones que cumplirá "íntegramente" su contenido.
El "derecho" de Cataluña a una financiación singular, dijo enfático el exministro de Sanidad, "no va contra nadie". Illa aportaba así su grano de arena a una de las labores titánicas en la que se tendrán que emplear en los próximos meses el Gobierno de Pedro Sánchez y el PSOE: convencer de que el modelo pactado para Cataluña y que permitirá en un futuro a la Generalitat poder recaudar todos los impuestos de ámbito estatal no es una amenaza para la caja común y para la solidaridad interterritorial.
Reconstrucción de ERC
La secretaria general de ERC, Marta Rovira, daba casi a entender que encajar el pacto con el PSC era inevitable en el nuevo estadio. "Las izquierdas pierden fuerza y los independentistas no sumamos, esos son los dos factores que marcan el nuevo ciclo político", explicó.
Ante el auge de la derecha, la obligación de las izquierdas de entenderse para frenar la erosión de derechos y un independentismo que sigue sin encontrar la brújula, ERC tenía poco margen. Varias primeras espadas del partido aceptaban este sábado y el mismo viernes que estaban sorprendidas porque intuían un margen más estrecho entre el sí y el no al pacto (el resultado fue 53,5% a favor por 44,8% en contra).
Los republicanos sueñan con reemplazar al PSC como formación de referencia de la izquierda en Cataluña, pero una vez más se ven metidos en el mismo barco.
El futuro de Junts
Su líder, Carles Puigdemont, se reafirmó este sábado en una larga carta publicada en la red social X en que volverá para el debate de investidura de Illa. El líder del PSC ya comunicó oficialmente al presidente del Parlament, Josep Rull, que cuenta con los apoyos necesarios y, tras la ronda de contactos con los grupos mañana, la Diputación permanente podría convocar el pleno para este miércoles.
Si el expresident cumple su promesa, ese día pretende sentarse en su escaño pero sabe que lo más posible es que se le envíe a prisión preventiva antes, pues pesa sobre él una orden de captura por un delito de malversación agravada.
La hoja de ruta de Junts pasaba por ganar las elecciones del 12-M o conseguir que Puigdemont volviera a ser president, también gracias a la aplicación de la amnistía. Después se fio todo a forzar una repetición electoral. El exeurodiputado se juega con su regreso su última carta para evitar que Illa sea elegido.