San Prudencio, el santo que llevó la fe a Calahorra
Hoy, 28 de abril, se celebra la festividad de San Prudencio, un santo muy venerado en España, especialmente en la región de La Rioja.
Primeros años y vida eremítica
San Prudencio nació en el año 550 d. C. en Armentia, un pueblo de la provincia de Álava.
Su maestro fue Saturio, un anacoreta visigodo. Hasta los quince años vivió en Armentia, momento en el que se marchó a vivir como anacoreta retirado en las cercanías de la actual Soria, a orillas del Duero.
Evangelización de Calahorra
Allí transcurrieron siete años de su vida, hasta que decidió dirigirse a Calahorra, sede de una gran diócesis y lugar donde se dice que había muchos idólatras.
Este santo consiguió evangelizarlo a muchos, pero sus hazañas no quedaron ahí. Realizó varias curaciones milagrosas, cosechando una gran fama.
Últimos años y muerte
Tal fue su popularidad que, sobrepasado, se alejó a Tarazona huyendo de la fama.
Fue admitido como clérigo en la catedral de Tarazona, llegando a ser nombrado arcediano. Al morir su obispo, fue propuesto para su sustitución.
Antes de fallecer por una grave enfermedad, logró llevar al entendimiento a su obispado y al clero de Burgo de Osma, ya que en aquel momento tenían muchas desavenencias.
San Prudencio es un ejemplo de humildad y dedicación a Dios. Su vida estuvo marcada por la evangelización y la ayuda a los demás.