Sánchez y los barones del PP escenifican una minitregua política en la Conferencia de Presidentes

A pesar de no alcanzar acuerdos, el encuentro supuso un cambio de tono en la política española

La Conferencia de Presidentes, celebrada en Santander, dejó un ambiente muy distinto al que se vive en el Congreso de los Diputados. A pesar de no alcanzarse ningún acuerdo, la cita supuso una minitregua política entre el Gobierno y el Partido Popular (PP).

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y los presidentes autonómicos del PP escenificaron un cambio de tono en las relaciones políticas, aunque se mantuvieron las críticas por parte de los populares a la gestión del Ejecutivo.

Una de las cuestiones que más calentó el debate fue la financiación autonómica, con el trasfondo del acuerdo entre el PSOE y ERC para una "financiación singular" para Cataluña.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, fue una de las más críticas con esta propuesta, acusando a Cataluña de mala gestión y de llevar a la deuda que tiene.

Otros presidentes del PP, como la extremeña María Guardiola o el aragonés Jorge Azcón, también mostraron su rechazo a la propuesta de Sánchez.

Pese a las críticas, el presidente catalán, Salvador Illa, defendió la necesidad de una financiación solidaria y acusó a Madrid de practicar la "insolidaridad fiscal".

El ministro Ángel Víctor Torres, que rechazó que se pueda hablar de fracaso por la falta de acuerdos, destacó el cambio de tono en la conferencia y el hecho de que los presidentes pudieran discutir "sobre lo que hacemos, pero no sobre qué somos como país".

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, también destacó el cambio de ambiente político, aunque criticó duramente el "chantaje de Junts y ERC" con la financiación en Cataluña.

  • Los presidentes autonómicos y Sánchez mostraron un tono más constructivo y amable que en otras ocasiones.
  • La cuestión de la financiación autonómica fue la que más calentó el debate, con críticas del PP a la propuesta de Sánchez.
  • A pesar de no alcanzarse acuerdos, la conferencia supuso una minitregua política y un cambio de tono en las relaciones entre el Gobierno y el PP.