El linfoma: una enfermedad silenciosa que afecta a 1 de cada 5 argentinos

El linfoma es una enfermedad oncohematológica del sistema linfático, que integra el sistema inmunológico. Se origina por un crecimiento celular anormal que afecta la producción de determinados glóbulos blancos (linfocitos), claves para el control de infecciones y otras agresiones.

Según la Asociación Civil Linfomas Argentina (A.C.L.A.), en Argentina, solo 1 de cada 5 pacientes con linfoma puede identificar los síntomas antes del diagnóstico. Esto representa una de las cifras más elevadas de la región, lo que demuestra que todavía hay mucho trabajo por hacer en materia de concientización y conocimiento de la enfermedad.

Los síntomas del linfoma son variados y pueden incluir crecimiento de ganglios linfáticos, fiebre persistente, pérdida de peso involuntaria, sudores nocturnos, picazón persistente en todo el cuerpo, cansancio, tos y falta de aire.

Ante la presencia de estos síntomas, es fundamental consultar al médico lo antes posible para realizar un diagnóstico y comenzar el tratamiento adecuado. El diagnóstico se realiza mediante una biopsia, que consiste en la extracción de una muestra de tejido del ganglio linfático afectado.

El tratamiento del linfoma dependerá del tipo de linfoma, el estadio de la enfermedad y el estado general del paciente. Puede incluir quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia y terapias dirigidas.

El pronóstico del linfoma ha mejorado significativamente en los últimos años gracias a los avances en el tratamiento. Hoy en día, la mayoría de los pacientes con linfoma pueden lograr la remisión de la enfermedad y vivir una vida plena.

Es importante destacar que el linfoma es una enfermedad curable si se detecta y trata a tiempo. Por ello, es fundamental estar atento a los síntomas y consultar al médico ante cualquier sospecha.