El Partido Popular y el Gobierno llegaron a un acuerdo para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Como reacción a este acuerdo, la coalición de izquierda Sumar intenta sortear las diferencias internas y sacar provecho de unas negociaciones en las que ha tenido un papel secundario, correspondiente a su posición de socio minoritario del Ejecutivo.

Distintas posturas dentro de Sumar

Esta coalición, que aboga por profundizar en la democratización de la justicia, propuso a dos de los diez vocales del CGPJ que corresponden a la cuota del Ejecutivo. Si bien respaldan esta contribución, denuncian las críticas de algunos partidos del bloque de investidura, como Podemos y ERC, que han arremetido contra la "gran coalición" de PSOE y PP. Sumar exige a los socialistas que no se engañen con el PP como nuevo socio.

El acuerdo deja al grupo coordinado por Yolanda Díaz en una situación delicada, con cierto malestar interno por la falta de información del PSOE durante todo el proceso. No obstante, fuentes de las negociaciones aseguran que, aunque Sumar no ha participado formalmente en los contactos con el PP, su portavoz de Justicia en el Congreso, Enrique Santiago, ha estado informado en todo momento a través del ministro de la Presidencia, Félix Bolaños.

Avances y críticas

Los vocales propuestos por Sumar son Inés Herreros Hernández, fiscal de Derechos Humanos y Memoria Democrática, y Carlos Hugo Preciado, magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Además, el grupo de Yolanda Díaz destaca que el PP haya renunciado a su exigencia de que los jueces elijan directamente a los jueces. También reivindican el logro de limitar las puertas giratorias entre la política y la justicia, ya que los futuros vocales no podrán formar parte del CGPJ si se han dedicado a la política en los cinco años anteriores.

El acuerdo, que Yolanda Díaz saludó como "un paso adelante", ha generado críticas de los socios del Gobierno y tampoco satisface plenamente a Sumar, que ahora reclama más medidas para "avanzar en la democratización de la justicia". "Garantizar mecanismos para que esta situación de bloqueo no se vuelva a repetir y reformar el acceso a la carrera judicial", ha pedido el portavoz parlamentario de la formación, Íñigo Errejón.

Si bien todos en Sumar valoran lo que consideran el "fin del secuestro" del Poder Judicial por parte de los populares y creen que el pacto es necesario para superar una situación de anomalía democrática, algunas voces dentro del grupo advierten que, si el paquete para la regeneración democrática no incluye nuevas medidas, el acuerdo será solo "pan para hoy y hambre para mañana".

Reforma pendiente y desconcierto

Fuentes de Compromís recuerdan que, tras la reapertura del caso contra la exvicepresidenta valenciana Mónica Oltra, han pedido a Pedro Sánchez un paquete legislativo y de reformas para combatir el lawfare (guerra jurídica al adversario político). En este sentido, la formación desconfía de la futura reforma y advierte que no respaldará una modificación que implique "retrocesos corporativistas". "El PSOE tendrá que esforzarse más si quiere apoyo en materia de regeneración", insisten.

La dirección de Sumar, que siempre ha abogado por reducir las mayorías necesarias para elegir a los vocales del CGPJ y prescindir así del acuerdo con el PP, se muestra escéptica sobre las futuras modificaciones legales incluidas en el acuerdo entre socialistas y populares. Este acuerdo contempla que, en un plazo de seis meses, el nuevo CGPJ presente una propuesta de reforma del modelo de elección del órgano, que deberá ser aprobada por tres quintos de los nuevos vocales y remitida al Gobierno, al Congreso y al Senado.

A la desconfianza por lo que está por venir se suma el desconcierto y la incomodidad entre algunos diputados de Sumar por la falta de detalles cuando se hizo público el acuerdo. Fuentes de Més, que cuenta con un parlamentario en el grupo, señalan que deben estudiar los perfiles de los vocales propuestos para decidir el sentido de su voto.

Aunque numéricamente su posición no es relevante porque el PP y el PSOE suman los tres quintos de la Cámara requeridos, sí lo es para el engranaje interno de Sumar, que atraviesa un momento de debilidad extrema tras los malos resultados electorales, la dimisión de Díaz como líder de su partido y el intento de establecer un nuevo modelo de relaciones entre las formaciones que componen la coalición.

Reacciones del bloque de investidura

Ione Belarra, secretaria general de Podemos, tachó al PP de "nuevo socio del Gobierno". Sin embargo, varias voces de Sumar restan importancia a las críticas del bloque de investidura y rechazan que el acuerdo entre PSOE y PP inaugure "una nueva era del bipartidismo". "Cada uno tiene que decir lo que tiene que decir de cara a su electorado. Todas sabemos de qué va esta partida", concluyen.