Ayuso rompe con el Gobierno central y excluye a sus miembros del acto del Dos de Mayo
La relación entre la Comunidad de Madrid, liderada por Isabel Díaz Ayuso, y el Gobierno Central se está deteriorando rápidamente, llegando a un punto crítico con la exclusión de cualquier miembro del Gobierno en los actos de celebración del Dos de Mayo. Esta decisión drástica surge tras un enfrentamiento con el Ministerio de Defensa por la organización de la parada militar y la jura de bandera en Alcobendas.

Un historial de confrontaciones
Según Jacobo García (2025), en un artículo publicado por El País, cada fecha señalada se está convirtiendo en un nuevo motivo de disputa entre ambas administraciones. Ya sea la Constitución, un homenaje a las víctimas del 11-M o las propias fiestas de la Comunidad, la tensión es palpable. La cuestión se agrava cuando los símbolos patrios entran en juego, llevando la situación a un terreno de agravio percibido (García, 2025). Actualmente, la parada militar del Dos de Mayo y una jura de bandera civil prevista para este sábado en Alcobendas se encuentran en el epicentro de la controversia entre Sol, sede del Gobierno regional, y el Ministerio de Defensa.
El detonante: la participación del Ejército
La decisión del Ministerio de Defensa de reducir su presencia en la celebración del 2 de mayo ha provocado la indignación de la presidenta Ayuso, quien lo considera un agravio. Fuentes gubernamentales, en respuesta, señalan que «el Dos de mayo no es el cumpleaños de Ayuso», justificando así la decisión de moderar el papel del ejército. Esta medida ha llevado a la Comunidad de Madrid a no invitar a ninguna autoridad del Estado a las festividades. «Ellos rompieron relaciones con la Comunidad de Madrid», argumentan fuentes de Sol, confirmando que no se extenderán invitaciones a ministros ni al Delegado del Gobierno en la Comunidad, Francisco Martín (García, 2025).

La respuesta de Ayuso
Hace diez días, Ayuso envió una carta a la ministra de Defensa, Margarita Robles, instándola a «reconsiderar» la cancelación del desfile y evitar lo que calificó como «un golpe sin precedentes a los madrileños y al Ejército». Robles respondió que el Ejército participará en los actos «estrictamente militares», como el «homenaje a los caídos» y la ceremonia posterior, pero que «en los actos que son más civiles, consideramos que no es el lugar del Ejército» (García, 2025).
El Ministerio de Defensa ha expresado su incomodidad con la estética de la parada del año anterior, que consideraban una mezcla inapropiada entre elementos tradicionales y militares. «Pasar revista con un pasodoble a un acto militar quizá no sea lo mejor», afirmó Robles. Sin embargo, Ayuso, quien el año pasado cantó efusivamente «La muerte no es el final» durante el desfile, no está convencida de que se trate de un problema de frivolización y ve la mano de Sánchez detrás de la decisión.
«Esto no tiene que ver con la trifulca con Bolaños de hace dos años», dijo Ayuso, añadiendo: «Quedó demasiado bien el desfile el año pasado y supuse que pasaría factura tarde o temprano» (García, 2025).
Reacciones y consecuencias
La exclusión de miembros del Gobierno central marca una escalada en la tensión política entre ambas administraciones. El ministro Óscar López, potencial rival de Ayuso en las elecciones de 2027, ha calificado la postura de la presidenta regional como una «salvajada institucional» (García, 2025). Esta confrontación se suma a una serie de rupturas recientes por parte de la derecha madrileña, incluyendo la suspensión de contactos institucionales entre el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y el PSOE municipal tras unas declaraciones controvertidas de Reyes Maroto.
Una fuente de Moncloa comentó: «Ayuso no solo se cree dueña de las instituciones, sino que está por encima. El PP cree que Madrid es su cortijo. Su único argumento político es el enfrentamiento con Sánchez» (García, 2025).
La jura de bandera en Alcobendas
A todo esto se añade la polémica por la jura de bandera civil prevista para este sábado en Alcobendas. La alcaldesa del municipio, Rocío García Alcántara (PP), invitó a Ayuso a presidir el acto, pero el Ministerio de Defensa comunicó que, aunque Ayuso puede asistir como invitada, la presidencia corresponde al general de brigada Antonio Bernal y a la propia alcaldesa. García denuncia un «veto» a la presidenta autonómica y ha anunciado que ambas estarán en la tribuna de invitados.
El trasfondo político
La situación actual está generando un debate sobre el papel de las instituciones y la politización de los actos públicos. Mientras el Gobierno central argumenta que busca mantener la neutralidad y el respeto a los protocolos militares, la Comunidad de Madrid denuncia una persecución política y un intento de minimizar su visibilidad. La ciudadanía observa con preocupación esta escalada de tensión, que podría tener consecuencias en la gobernabilidad y la cooperación entre ambas administraciones.
En conclusión, la crisis entre la Comunidad de Madrid y el Gobierno Central, exacerbada por la polémica del Dos de Mayo, está poniendo a prueba los límites de la convivencia institucional y generando incertidumbre sobre el futuro de la colaboración política en la región.
Referencias
García, J. (2025, 29 de marzo). Ayuso no tiene su desfile y rompe ahora... con todos: “El Dos de Mayo no es su cumpleaños”. El País. Recuperado de https://elpais.com/espana/madrid/2025-03-29/ayuso-no-tiene-su-desfile-y-rompe-ahora-con-todos-el-dos-de-mayo-no-es-su-cumpleanos.html