Toni Comín, eurodiputado, sigue en el limbo

Tras las elecciones europeas del pasado mes de mayo, Toni Comín, de 53 años, consiguió revalidar su escaño en el Parlamento Europeo por Junts per Catalunya. Sin embargo, su nombramiento se encuentra actualmente en suspenso por no haber jurado la Constitución española.

La Junta Electoral Central (JEC) ha dado un plazo de cinco días a Comín para que se presente en Madrid y cumpla con este trámite. Sin embargo, el entorno del eurodiputado ha manifestado que no tiene intención de viajar a España y que ahora toca obrar con tranquilidad y tener paciencia.

El caso de Comín no es el único. Otros líderes independentistas catalanes, como Carles Puigdemont y Lluís Puig, también se encuentran en una situación similar. Todos ellos huyeron de España para evitar ser juzgados por su papel en el proceso independentista de 2017.

Acusaciones de mala gestión económica

Además de la suspensión de su nombramiento, Comín también se enfrenta a acusaciones de mala gestión económica por su responsabilidad en el Consell de la República, una entidad independentista creada por Puigdemont.

Los administradores de la empresa han denunciado una serie de irregularidades en la gestión financiera, como la omisión de facturas que justifiquen los gastos realizados. El Consell de la República ha encargado una auditoría externa para esclarecer los hechos.

El futuro de Comín

El futuro de Comín es incierto. El Tribunal Supremo ha declarado que no considera amnistiable el delito de malversación de caudales públicos por el que fue condenado Oriol Junqueras, exvicepresidente de la Generalitat. Esta decisión afecta también a Comín, que podría enfrentarse a una condena de prisión si regresa a España.

El entorno de Comín no se atreve a poner fecha para su vuelta a Cataluña. El eurodiputado ha señalado en varias ocasiones que su regreso será dentro del periodo que va del 10 de junio al 25 de agosto. Sin embargo, el reciente fallo del Supremo complica aún más su situación.

En la misma situación se encuentra Carles Puigdemont, que también ha visto cómo el Tribunal Supremo mantiene la orden de detención nacional que pesa sobre él. El expresidente de la Generalitat se marchó de España en 2017 para evitar ser juzgado y ahora se encuentra en Bélgica.

El futuro de los líderes independentistas catalanes es incierto. Todos ellos se enfrentan a acusaciones de delitos graves y podrían enfrentarse a largas condenas de prisión si regresan a España.