La Navidad en Provenza: tradición, simbolismo y explosión de sabores

La tradición de los Siete Platos Magros se remonta a la Edad Media. Este menú especial se sirve durante la cena de Nochebuena y, como su nombre indica, está completamente libre de carne. Refleja un acto de sobriedad y preparación espiritual antes de la llegada del día de Navidad.

Los platos magros incluyen una variedad de opciones a base de verduras, pescados y cereales, preparados de manera sencilla pero sabrosa. Cada plato se coloca en el centro de la mesa para que los comensales puedan compartir y disfrutar en armonía. Esta cena tiene lugar después de la tradicional misa de Nochebuena, convirtiéndose en un momento de unión familiar.

Una vez terminada la cena, llega el turno del dulce. Los Trece Postres son una parte esencial de esta tradición y representan a los doce apóstoles junto con Jesús. Cada uno de estos postres posee un significado simbólico y se cree que su consumo trae prosperidad y buena suerte para el año venidero.

Estos dulces se presentan con esmero en una gran mesa adornada con velas y mantelería festiva, creando un ambiente cálido y acogedor. Según la tradición, los postres deben permanecer en la mesa durante tres días, lo cual es posible gracias a las bajas temperaturas del invierno provenzal.

La Navidad en Provenza es una experiencia única que invita a descubrir la riqueza cultural y gastronómica de esta región. Los Siete Platos Magros y los Trece Postres son dos tradiciones que han perdurado a lo largo de los siglos, encarnando el espíritu de unión, simbolismo y celebración que rodea a esta festividad tan especial.