Una nueva tragedia enluta la ruta atlántica de la migración: 89 fallecidos en el vuelco de un cayuco

El pasado primero de julio, guardacostas mauritanos rescataron parcialmente hundida a unos cuatro kilómetros de Ndiago, en el sur del país. Los rescatados informaron que la embarcación había zarpado días atrás desde un punto cercano a la frontera entre Senegal y Gambia, y que transportaba alrededor de 170 personas. Además de los 89 fallecidos confirmados, se estima que hay unos 70 desaparecidos.

Causas del siniestro

Las causas del accidente aún se están investigando, pero familiares de las víctimas aseguran haber recibido información sobre un posible incendio a bordo. No es la primera vez que el fuego se propaga en un cayuco, que suele transportar cientos de litros de combustible para completar la travesía, lo que ha provocado la muerte de decenas de personas en incidentes similares.

Nacionalidades de las víctimas

Entre los fallecidos hay personas de al menos cuatro nacionalidades: 14 senegaleses procedentes de Mbour, guineanos, gambianos y malienses. Desde hace días, familiares de las víctimas de la zona de Koutouninkoto, en la región maliense de Kayes, trataban de recabar información sobre la suerte de sus seres queridos.

Intentos de salida desde Senegal

Las salidas de cayucos desde Senegal hacia Canarias han disminuido en comparación con el año pasado, pero se siguen produciendo intentos de emigración. Este miércoles, la Marina senegalesa interceptó un cayuco con 74 personas a bordo, 20 de ellas menores de edad, en la zona de Yenné, a unos 100 kilómetros al sur de Dakar. En junio, la Marina detuvo otras cuatro embarcaciones con 470 personas en su interior, la última de ellas el 25 de junio frente a las costas de Saint Louis.

Cooperación internacional

Recientemente, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se trasladó a Senegal y Gambia para reforzar la cooperación en materia de control migratorio y el diálogo político con las autoridades. En Dakar, mantuvo un encuentro con su homóloga senegalesa, Yacine Fall, para abordar la cuestión de la emigración clandestina.

Nuevo epicentro de salidas

Desde finales del año pasado, el principal punto de salida de cayucos es Mauritania, especialmente en los alrededores de la ciudad de Nuadibú, en el norte del país. El cambio político en Senegal tras las elecciones de marzo ha devuelto la esperanza a miles de jóvenes, lo que ha disuadido a algunos de intentar la peligrosa travesía hacia Canarias.

Factores que impulsan la migración

Tanto en Senegal como en Gambia existen altas tasas de desempleo juvenil, pero en Guinea y Malí los problemas son aún más graves. Malí se enfrenta a un conflicto de más de 12 años, marcado por los ataques yihadistas y la represión de la junta militar en el poder. Decenas de miles de personas han huido hacia la vecina Mauritania, y muchas de ellas intentan continuar su viaje hacia Canarias.

En Guinea, la dictadura militar reprime a la sociedad civil y los partidos políticos, lo que también ha provocado desplazamientos de población.