Cómo hacer un brunch inolvidable con el recalentado de Navidad
Las cenas navideñas son un festín que llenan nuestras mesas y corazones, pero también suelen dejar una cantidad considerable de comida sobrante. El famoso recalentado es la excusa perfecta para alargar el sabor de la celebración, y si se transforma en un brunch creativo, puede ser aún más especial.
Ideas para reutilizar los alimentos de forma original y deliciosa
Antes de pensar en el menú, es importante garantizar que los alimentos estén en óptimas condiciones. Sigue estas recomendaciones:
- Revisa la temperatura de los alimentos antes de recalentarlos. Deben estar a una temperatura interna segura de 74 °C (165 °F) o más.
- Recalienta los alimentos solo hasta que estén calientes. No los sobrecalientes, ya que esto puede afectar su sabor y textura.
- Usa diferentes métodos de recalentamiento para distintos tipos de alimentos. Por ejemplo, recalienta los asados en el horno, las verduras al vapor y las salsas en la estufa.
- Guarda los alimentos recalentados adecuadamente en recipientes herméticos. Refrigéralos o congélalos si no los vas a consumir de inmediato.
Aquí algunas ideas según los platillos más comunes:
Las bebidas complementan la experiencia del brunch. Opciones sencillas y prácticas incluyen:
- Café
- Té
- Jugos
- Mimosas
- Bloody Marys
Con estas ideas, el recalentado de Navidad se convierte en una experiencia memorable. Aprovechar los alimentos no solo es una forma de evitar el desperdicio, sino también una oportunidad para experimentar y sorprender a tus seres queridos. Con un menú variado, cada invitado podrá personalizar su plato, haciendo que la magia de la Navidad dure un poco más.