El gobierno de Javier Milei se mantiene firme en su postura de no ceder a las demandas salariales de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y el Sindicato de Camioneros, quienes amenazan con paros para las próximas horas si sus exigencias no son atendidas.
¿Qué dicen las autoridades?
Desde la Casa Rosada, se ha manifestado que no se dictará la conciliación obligatoria si los colectiveros de la UTA llevan a cabo un paro este lunes. Una situación similar ocurrió el 21 de febrero pasado con el paro de 24 horas dispuesto por el gremio La Fraternidad, que se desarrolló sin intervención de la Secretaría de Trabajo.
El gobierno considera que la medida de fuerza de los Camioneros sería ilegítima y pide a Hugo Moyano que se mantenga dentro del marco de la ley. La Secretaría de Trabajo, a cargo de Julio Cordero, ha señalado que nadie está por encima de la ley, por más poderoso que sea.
¿Qué dicen los gremios?
La UTA amenaza con paralizar el servicio de transporte público desde este lunes si no perciben los aumentos acordados. Los empresarios afirman no contar con los fondos necesarios para hacer frente al pago de los salarios.
Los Camioneros, por su parte, han advertido que llevarán adelante su medida de fuerza si el gobierno no homologa el aumento pactado con el sector empresario. El ministro de Economía, Luis Caputo, ha adelantado que no homologarán el acuerdo por considerarlo excesivo.
¿Qué consecuencias podría tener el paro?
Un paro de transporte público podría generar importantes trastornos en la movilidad de las personas en las principales ciudades del país. Además, podría afectar a la actividad económica, ya que muchas empresas dependen del transporte para el traslado de sus trabajadores y productos.
¿Qué medidas está tomando el gobierno?
Hasta el momento, el gobierno ha mantenido una postura tajante de no ceder a las demandas de los gremios. Sin embargo, no se descarta que pueda haber negociaciones de último momento para evitar un paro.
¿Qué opinan los expertos?
Los expertos en economía y relaciones laborales coinciden en que el gobierno se encuentra en una situación difícil. Por un lado, debe atender las demandas de los trabajadores, pero por otro lado, debe evitar que los aumentos salariales desborden la inflación y afecten la estabilidad económica del país.