Erdogan se molesta con la prensa española por preguntar sobre derechos humanos
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se molestó este jueves por una pregunta de la prensa española sobre derechos humanos durante una rueda de prensa conjunta con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, tras la Reunión de Alto Nivel (RAN) celebrada en La Moncloa. En la rueda de prensa, ambos mandatarios mostraron sintonía política en temas como las guerras en Gaza y Ucrania, que rechazaron de plano.
Críticas a España
Erdogan alabó la posición de Sánchez al reconocer a Palestina y le confirió una posición de "liderazgo mundial", pero se mostró molesto cuando un periodista de EL PAÍS le preguntó sobre el incumplimiento sistemático por parte de Turquía de las sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), con sede en Estrasburgo. Según el periodista, las empresas españolas no pueden confiar en la seguridad jurídica de Turquía debido a la negativa del gobierno a cumplir las resoluciones del TEDH, que exigen la liberación del exlíder del partido prokurdo HDP, Selahattin Demirtaş, y del filántropo Osman Kavala.
Defensa de la postura turca
Erdogan defendió que Turquía es un estado de derecho y que él debe hacer lo que digan los tribunales de su país, que se niegan a cumplir esas sentencias. Acusó al periodista de defender a "terroristas" y señaló que el hecho de que hiciera esas preguntas hacía pensar que había "algo detrás". El presidente turco negó con la cabeza cuando el periodista negó las acusaciones y se mostró molesto por el gesto.
Antecedentes y contexto
El TEDH sentenció en 2019 que Osman Kavala debía ser liberado inmediatamente por falta de pruebas y por el carácter prolongado de su detención, que buscaba "silenciarlo" y "amedrentar a la sociedad civil". Kavala está detenido desde 2017. Un año después, el TEDH consideró que también se habían violado los derechos de Selahattin Demirtaş al aplicarse una interpretación demasiado amplia del delito de terrorismo para mantenerlo detenido. El tribunal también consideró que se habían violado sus derechos de "libertad de expresión", "participación electoral" e "inmunidad parlamentaria". Demirtaş está en prisión desde 2016.
Erdogan acusó al TEDH de "apoyar el terrorismo" y la negativa de Ankara a acatar las decisiones del tribunal llevó al Consejo de Europa a iniciar un "procedimiento de infracción" contra Turquía. Varias instancias del Consejo de Europa han instado a Erdogan a cumplir con sus obligaciones como estado miembro, especialmente desde la reforma constitucional de 2017, que incrementó los poderes del presidente y su capacidad para nombrar jueces.
La última crisis dentro de la judicatura turca se ha producido precisamente por este tipo de presiones: una sala del Tribunal Supremo se querelló en noviembre contra el Constitucional, el único alto tribunal de Turquía donde quedan jueces que no han sido nombrados por Erdogan o su partido, por haber decretado la excarcelación del abogado Can Atalay, condenado por las protestas de Gezi y que había sido elegido diputado por una formación izquierdista.