Un mes después de la DANA: "No nos olvidéis. Aquí hay mucha mierda todavía"

Un mes después de que la depresión aislada en niveles altos, conocida como DANA, azotara la provincia de Valencia, dejando a su paso 222 muertos y 4 desaparecidos, los vecinos de la localidad de Catarroja denuncian que la situación continúa siendo desastrosa.

La avenida Blasco Ibáñez, una de las zonas más afectadas por la riada, continúa llena de lodo y escombros. Los vecinos se quejan de la falta de ayuda por parte de las autoridades, que aseguran que poco a poco se va volviendo a la normalidad, pero que en realidad no es así.

"Cada día amanecemos con esperanza y cada día nos acostamos con la misma decepción, sin que nadie nos informe de nada", lamenta Juanjo Moreno, marido de una peluquera que lo ha perdido todo.

Los vecinos denuncian que los garajes siguen inundados, que no hay un solo negocio abierto y que muchas casas están precintadas por riesgo de derrumbe.

El colegio Larrodé ha podido abrir sus puertas, pero la ESO tendrá que ser online hasta que se instalen aulas prefabricadas.

El instituto Berenguer Dalmau, donde estudiaban 1.500 alumnos, está destrozado y cerrado.

El concejal de Urbanismo, Martí Raga, reconoce que la situación es grave y que se necesitan más medios y ayudas para volver a la normalidad.

"Esto no se puede alargar en el tiempo. Somos 200.000 afectados, el 33% del PIB de Valencia. Todos, con una resaca psicológica muy fuerte."

Los vecinos piden ayuda para poder limpiar y reconstruir sus casas y negocios, y para recibir atención psicológica.

"No nos olvidéis. Aquí hay mucha mierda todavía. Necesitamos que vengan a ayudarnos, porque psicológicamente esto nos está afectando mucho", asegura María Asencio, dueña de una tienda de ropa.